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Vida y Pensamiento Revista Teológica de la
Universidad Bíblica Latinoamericana Volumen 42, Número 2 - Año 2022
- San José, Costa Rica Interdisciplinariedad, ritualidad, conflictividad: La actualización de la
fe como tarea permanente |
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El relato
de José (Génesis 37-50): Tensión y
conflictividad David
Castillo Mora pp. 81-114 |
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Resumen: Se realiza una
lectura crítica de Gen 37-50 desde la Hermenéutica de la Liberación. Por
medio de una labor de deconstrucción, el autor pregunta por las dinámicas de
dominación y resistencia en el texto y los posibles contextos históricos y
sociales al cual pudieron haber respondido los relatos. Se privilegian los
aspectos políticos, económicos y religiosos de las dinámicas de dominación y
resistencia. A partir del concepto de revestimiento literario, se entienden
los relatos como la expresión artística de conflictos sociales reales. Detrás
del conflicto de José con sus hermanos estaría la legitimación de gobierno de
un grupo dentro de Israel. Mediante un método ecléctico se privilegia el
acercamiento literario sobre el histórico-crítico y socio-histórico,
con el fin de aprovechar mejor las dinámicas literarias del texto y de
promover realidades liberadoras. Analizando los sueños como un hilo narrativo
que vertebra la novela, los relatos pueden ser leídos como una ironía crítica
al discurso de dominación y legitimación. Génesis 47.13-26 puede ser visto
como una voz disonante que permite ver la función de los textos en tanto que
representantes de sistemas teológicos, políticos, económicos, sociales y
culturales. Palabras claves: sueños, conflicto político,
novela de José, revestimiento literario, hermenéutica liberadora. Abstract: A critical
reading of Gen 37-50 is made from the Liberation Hermeneutics. Through a work
of deconstruction, the author asks about the dynamics of domination and
resistance in the text and the possible historical and social contexts to
which the story could have responded. The political, economic
and religious aspects of the dynamics of domination and resistance will be
privileged. From the concept of literary lining, the stories are understood
as the artistic expression of real social conflicts. Behind Joseph's conflict
with his brothers would be the legitimization of the government of a group
within Israel and the administrative strategies to be taken in the face of a
natural disaster. By means of an eclectic method, the literary approach is
privileged over the historical-critical and socio-historical, in order to take better advantage of the literary dynamics
of the text and to promote liberating realities. Analyzing dreams as a
narrative thread that vertebrates the novel, the stories can be read as a
critical irony to the discourse of domination and legitimization. Genesis
47:13-26 can thus be seen as a dissonant voice that allows us to see the
function of the texts as representatives of theological, political, economic,
social and cultural systems. Keywords: dreams, political conflict,
Joseph's novel, literary lining, liberating hermeneutics. |
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David Castillo Mora El relato de José
(Génesis 37-50): Tensión y
conflictividad Introducción Génesis
37-50 es uno de los relatos más conocidos de la tradición bíblica. La imagen
de José ha sido recibida positivamente: “el hijo ideal, el hermano ideal, el
servidor ideal, y el administrador ideal”[1]. Como fue el caso
con David, “Dios estaba con José”, y esta idea ha definido la imagen de este
personaje. Westermann nos recuerda la forma en que
Pascal veía la figura de este personaje: Jesucristo
es pre-figurado en José, el favorito de su padre,
enviado por el padre a los hermanos, el inocente vendido por sus hermanos por
veinte monedas de plata, como pasó con el Señor…ésta es la vital imagen que
tiene la Iglesia de la historia de José desde tiempos inmemoriales.[2] Pero
una lectura detenida de Génesis 37-50 no permite mantener una imagen univoca
de este tipo. El mismo hombre que es “hermano e hijo ideal”, es aquel que
sueña con dominar a su familia; quien llora al reencuentro con sus hermanos
es el mismo que los castiga con cárcel, quien propone medidas económicas para
proteger de hambre a la población egipcia es el mismo que los hace esclavos y
les impone tributos. ¿Cuál es el verdadero José de la historia? ¿Cómo leemos
su relato? ¿A qué aspectos de dicha historia ponemos más atención? ¿De qué
nos quiere convencer su narrativa? Génesis 37-50 ofrece otras posibilidades
de leer a José y cuestionar el consenso legado por la tradición. Como
señalara Laurence Turner, “José es caracterizado no como un completo villano
ni como un completo héroe, sino que como la mayoría de seres
humanos, tiene elementos de ambos”.[3] Este trabajo busca
explorar la complejidad del personaje y su historia, y describir la forma en
que la llamada Historia de José (Génesis 37-50), se desarrolla planteando
conflictos, tanto a nivel individual como colectivo. Realizaremos
una lectura desde la Hermenéutica de la Liberación, una agenda que
deconstruye no sólo el discurso del texto mismo, sino el que la tradición nos
ha legado sobre estos capítulos de Génesis. Desde esta óptica, haremos tres
lecturas: una temática, una metodológica y una ideológica. La lectura temática indaga la dinámica de
dominación y resistencia tanto en el
texto como detrás del texto. Se
privilegian aquí los aspectos políticos, económicos y religiosos de la
tensión dominación-resistencia. La lectura metodológica privilegia el acercamiento literario y combina
contribuciones de distintos acercamientos. Esta opción está en tensión con la
Hermenéutica liberadora tradicional, que ha preferido basar sus
interpretaciones en el mundo social de los textos. Finalmente, la lectura ideológica interroga al texto por los
sistemas y prácticas de dominación, así como las voces y grupos en
resistencia. Aquí se llega a una lectura situada, en donde se privilegia una
voz de entre las muchas que componen los relatos bíblicos, esto para seguir
una lectura que se posicione en favor y
solidaridad con las personas marginadas y oprimidas de nuestras sociedades[4]. No
analizaremos toda la Historia de José en detalle. Seleccionamos episodios
específicos que nos ayudan a mirar de manera global las distintas temáticas
de Génesis 37-50. Partimos de la premisa –que ofrece la crítica de las
fuentes y de la redacción- de que el texto contiene una serie de voces en
conflicto[5]. La crítica
histórica ha visto más de dos fuentes en la formación del relato de José[6]. Esto es importante
en términos de formación del texto y de la diversidad de ideas que refleja.
Desde la Teología y Hermenéuticas Sudafricanas entendemos el texto bíblico
como un espacio de conflicto, de voces en disputa que representan varias
ideo-teologías y proyectos religiosos, sociales y económicos[7]. 1. Génesis 37-50:
conflicto familiar, conflicto político Entender
la Historia de José como “conflicto familiar” o “conflicto político”
evidencia una mirada desde esta diversidad de métodos, en las que la
dimensión literaria se interrelaciona con la histórica. 1.1 El “conflicto
familiar”: motivos literarios La
historia de José es una historia de familia, algo que sucede “entre padre y
hermanos”[8]. Dicho conflicto
avanza a través de los capítulos, algunas veces enfocando la experiencia de
José (Gen 39-41), otras moviéndose entre el padre y los hermanos (Gen 42), y
en otras incluyendo a toda la familia (Gen 47-50). La situación culmina de
forma definitiva con la garantía del perdón
entre hermanos en el capítulo 50 (50.15-21). Es aquí, al final del libro
del Génesis, cuando una historia de familia se convierte en el relato de un
pueblo[9]. Aunque la Historia
de José tiene aspecto que en sentido moderno podrían considerarse históricos[10], partimos entendiéndola
como relato, es decir, como
producto literario, en la categoría que muchos autores definen como novela[11]. Como dijera G. von Rad, “La historia de José es absolutamente
novelística”, poseyendo una técnica literaria que permite situaciones
psicológicas complejas que no se encuentran en otra literatura bíblica.[12] A
nivel literario son múltiples los motivos[13] que dan vida a esta
historia. Estos motivos son parte de las razones que permiten caracterizar la
Historia de José como relato. Primero que todo se encuentran aquellos motivos
familiares, los que conciernen especialmente a relaciones entre hermanos. Se da,
por ejemplo, el conflicto entre hermanos que puede llevar a la muerte. Lo que
pasa entre José y sus hermanos es paralelo a lo que sucede con Caín y Abel
(Gen 4.1-16), Jacob y Esaú (Gen 27.41), o Amnón y
Absalón (II Sam 13.23-33), entre otros. El “conflicto entre hermanos”, como
motivo literario no es importante sólo en las tradiciones bíblicas, sino
también en el mundo literario del entorno, como vemos, por ejemplo, en el
relato egipcio de los dos hermanos[14]. Estamos ante
hechos familiares importantes que son tomados de la experiencia social y
llevados al plano literario. Junto
a estos motivos, aparece también el del personaje “fuerte” vencido por el
“débil”, o el del hermano “menor” preferido en detrimento del “mayor”.
Ejemplos de esto en el Antiguo Testamento se encuentran en Génesis 4, en
donde Yahvé prefiere a Caín por sobre Abel; igual sucede en el relato entre
Jacob y Esaú, con David y sus hermanos, Salomón y los suyos. Génesis 37-50
utiliza también el motivo del judío que triunfa
en una corte extranjera: la historia de Daniel en la corte de
Nabucodonosor o de Ester en la de Artajerjes, ejemplifican este motivo. El
motivo del justo que sufre injustamente aparece cuando José es enviado a la
cárcel por no ofender a su amo ni a la divinidad, y es uno que se puede
percibir también en relatos como el de Job. Finalmente, el motivo de la
“mujer desdeñada” (Gén 41), presente también en el
libro de Proverbios.[15] Con todo, la
dimensión literaria de Génesis 37-50 es sólo una entre otras capas que componen el texto. Hay también una
dimensión histórica y política, económica y estructural que se hacen
perceptibles en una lectura cuidadosa del relato. 1.2 “Revestimiento
Literario” de los relatos Lo
que hemos descrito anteriormente como temáticas y elementos narrativos en
Génesis 37-50, pueden entenderse como la expresión artística de conflictos
sociales reales, formas literarias para expresar hechos concretos y a cuyas
problemáticas responde. Detrás del conflicto de José con sus hermanos podría
estar, por ejemplo, la legitimación del gobierno de un grupo dentro de
Israel, las estrategias administrativas a tomar ante un desastre natural o
incluso la invitación a asentarse en una nueva tierra. Dichas temáticas
habrían sido expresadas literariamente a través de esta narrativa, es lo que
podríamos llamar revestimiento
literario. En opinión de Ramírez Kidd, la Biblia es antes que nada
literatura. Esto significa que lidiamos a cada momento, con el tema del
revestimiento literario de hechos sociales, políticos y culturales.[16] Después de señalar
que existen formas directas de registrar acontecimientos históricos en el
mundo antiguo (inscripciones, estelas funerarias, cilindros, ostraca, etc.), este autor hace referencia a lo que llama
“registros indirectos”: Existen
otro tipo de registros, indirectos podríamos decir, tanto en el antiguo
Oriente como en el AT. En estos casos un acontecimiento social (una pugna por
el trono, una lucha política entre facciones, tensiones entre partidos
religiosos, y otros), queda plasmado literariamente bajo la forma de un
relato que habla, aparentemente, de temas
personales y familiares (itálica mía). Esto es lo que sucede en el relato
de “Lot y sus hijas” (Gen 19,30-38), en donde el narrador quiere dar razón
del origen de dos pueblos ‘emparentados’ a Israel: Moab
y Amón, vecinos y enemigos a la vez. Es el caso, también, de las tensas
relaciones entre Jacob y “su suegro Labán” (Gen 29-32), en donde se expresan
por medio de estos personajes, las tensas relaciones entre Israel y su vecino
Aram.[17] Esta
cita permite pensar que múltiples conflictos personales en el Antiguo
Testamento encierran conflictos a nivel político, religioso, económico o de
otra índole, entre grupos sociales dentro del pueblo. Son pues, relatos a
nivel grupal que se codifican como experiencias individuales, como problemas socio-políticos traducidos a un nivel literario. El
revestimiento literario es importante porque plantea problemáticas y sentidos
que se conectan con el mundo social en que el relato fue escrito, y se
convierten en código por el cual se plantea una temática. La historia
familiar aprovecha las dimensiones humanas, internas, y existenciales de los
personajes. La dimensión histórica apela a que dichos conflictos humanos sean
situados a nivel social. La historia de José puede ser, y ya lo ha sido,
considerada en la misma línea que se explican acá Gen 19,30-38 o 29-32.
Veremos, pues, cuales son los posibles contextos
históricos a los que remitiría Génesis 37-50. 1.3 La Historia de
José como “conflicto político” La
Historia de José ha sido explicada usualmente como producto de la época
usualmente llamada la Monarquía Unida. Al hablar de revestimiento literario
de un hecho político Ramírez señala que el texto utiliza un relato ficticio o
una tradición antigua para problematizar una situación concreta en la vida
social, política, religiosa o económica del pueblo. Roland de Vaux sostuvo en su Historia Antigua de Israel que aunque
la historia de José es una “obra de arte consumada… esto no quiere decir que
todo sea inventado…”, y se pregunta
“…si esta ‘novela’ no es una novela ‘histórica’.”[18] Argumentó que la
novela había surgido en la corte Salomónica.[19] Para de Vaux, que hayan existido asiáticos y semitas al servicio
de Faraón en la época de los imperios Medio y Nuevo, por ejemplo, contribuye
a pensar que “…la elevación de José es históricamente posible”.[20] A pesar de que
existen elementos bastante tardíos en el relato[21], aspectos como el
dominio total de la tierra por parte de Faraón, hacen pensar a este autor que
el texto recoge prácticas históricas antiguas (al menos del siglo XVIII
a.e.c.).[22] De Vaux no
comprende el relato de José como un acto histórico revestido literariamente. No sería un conflicto concreto de una
época transformado en literatura, sino una memoria histórica enriquecida literariamente. Aun así, su
propuesta contribuye a explicar el trasfondo histórico de ciertos aspectos
del relato, lo que nos lleva a reconocer la cercanía entre los
acontecimientos de la vida diaria y los motivos literarios basados en ésta. José
también ha sido entendido como referente cultural o figura modelo para funcionarios judíos en cortes extranjeras.
Gerhard von Rad había ya planteado que el texto de
Génesis 37-50 no sólo es de época salomónica sino también que responde a un
interés por lo sapiencial y por la corte egipcia. Para este autor, el relato
de José era una especie de manual para formar nuevos funcionarios de la corte,
quienes entre otras características, debían practicar el arte de “hablar bien
ante la autoridad”[23]. Para von Rad
textos como el de José serían utilizados
…en
la educación de una nueva generación de funcionarios bien preparada, José
también es un funcionario, y ha llegado a serlo mostrando ante faraón un
doble arte: el de hablar bien en público y el de saber dar consejo. Eso es
precisamente lo que trataron incansablemente de conseguir los maestros de la
sabiduría.[24] La
forma en que José controla sus emociones al encontrarse con sus hermanos, o
se resiste a vengarse de ellos son aspectos que lo definen como modelo de
sabiduría, al punto de relacionarlo con el silente cabal egipcio[25]. Claus
Westermann opina que el relato de José combina una
historia familiar con una narrativa política[26]. Este relato
familiar-político respondería al contexto vivido por Israel cuando se debatía
la transición de un modo de vida tribal a uno monárquico.[27] La pregunta detrás
del relato sería la de si un hermano puede gobernar sobre los demás (Gen
37.8), siendo claro en el texto que esta línea de argumentación se rechazaba
en Israel.[28] Westermann
sostiene que el conflicto político presente en el relato es aquel de los
grupos que pugnan en la transición del sistema familiar al monárquico en el
Israel antiguo. Para
Ivo Storniollo la historia busca suavizar la
legitimación del sistema tributario por parte del estado, el cual “roba” la
figura de Yahvé de la teología del pueblo liberado de Egipto y lo convierte
en instaurador del nuevo sistema[29]. La historia de
José se situaría en la corte Salomónica y José sería el mismo Salomón: ambos
se casan con una mujer egipcia y ambos implementan un nuevo sistema
tributario[30]. Por ello, el
conflicto social detrás de la historia es el de la imposición de un sistema
nuevo en Israel, el cual habría encontrado tal resistencia que se requerían
estrategias especiales para facilitar su imposición. En
opinión de Robert Coote la historia de José es una
apología del surgimiento del reino del Norte. José no sería Salomón sino
Jeroboam I y la obra sería una “propaganda política” creada en la corte de
Samaria para legitimar el poder del nuevo rey sobre las Tribus del Norte[31], obra que mostraría
el interés de Jeroboam I en “suplantar la casa de David” por medio de un
argumento de legalidad y continuidad con dicho reinado[32]. La idea de
providencia divina que emerge del relato tiene la intención de “…enfatizar la
providencia divina en el resurgimiento de las tribus de José bajo el auspicio
Egipcio”[33]. El conflicto que
adquiere expresión literaria en la historia de José,
no es otro que el de la necesidad de legitimidad por el nuevo reino del
Norte. Finalmente,
el relato de José también ha sido entendido como reflejo de las tensiones
vividas por el pueblo judío en la época del pos exilio. Mark Brett,
quien sitúa la edición final de la historia de José en la época del segundo
templo, bajo dominio del imperio persa. Brett argumenta que la historia de
José debe leerse como una crítica velada al gobierno de Esdras como
representante del imperio Persa en Judea,
especialmente por aspectos relacionados con tierra y propiedad.[34] El texto reflejaría
la opinión de los grupos de Judea que resisten el dominio Persa[35]. El texto pondría
bajo sospecha a José y a Esdras al ser personajes que se adjudican acceso a
la providencia y sabiduría divina mientras expropian al pueblo[36]. Hyun Chul ve la historia de
José como una novela de la diáspora, escrita para inspirar y alentar a una
comunidad que se encuentra ante el desafío de un nuevo comienzo en tierra
extranjera. Este autor señala que José representa un “modelo enfrentado a
luchas socio-políticas, étnicas y económicas, y a las tensiones entre los
‘locales’ y los ‘foráneos’.”[37] José sería un
personaje híbrido que “encarna la figura heroica de sobrevivencia y esperanza
para las audiencias de la diáspora”[38], una inspiración
para cumplir el doble rol de adaptarse al nuevo contexto y mantenerse en
contacto con las propias raíces, teniendo importantes implicaciones para la
etnicidad e identidad de su audiencia[39]. A partir de estas
diversas interpretaciones de la Historia de José en Génesis 37-50 es posible
entender que dicho texto, construido cuidadosamente a nivel literario, evoca
conflictos sociales, políticos y culturales que permiten ver sus dimensiones
literarias y políticas. 2. Conflictividad,
dominación y resistencia en Génesis 37-50 José
es famoso por los sueños. Son estos sueños de dominación narrados en el
capítulo 37, los que dan forma y coherencia al relato[40], pues se convierten
en la causa principal del conflicto familiar. R. Alter señala que “la primera
revelación del carácter de José es la de un niño mimado…”, lo que explica
para este autor el eventual suceso de los sueños que calzan con lo que se acostumbra llamar “narcicismo adolescente”[41]. Westermann, por su lado, ve en la acción de los “rumores”
el intento de alguien que quiere hacerse importante[42]. 2.1 Sueños de
dominación A
nivel teológico, los sueños fueron considerados como medios de revelación
divina por muchas culturas en el Antiguo Cercano Oriente, por lo que su
aparición en una historia de dominación requiere considerar la posibilidad de
entenderlos como forma de legitimación religiosa. La sección de Gen 37.5-12
inicia con la frase “Y José soñó un sueño”. La presencia de sueños en el
mundo bíblico es relevante tanto a nivel literario como político y social. En
el Antiguo Egipto los sueños eran revelaciones o mensajes[43], en Mesopotamia y
Ugarit tienen que ver siempre con un contacto o revelación divina[44]. En Egipto,
escenario en donde se ambienta parte de la historia de José, los reyes son
los principales receptores de los sueños, en muchos de los cuáles se recibe
simbólicamente el poder o se promete realeza[45]. Existe un
interesante paralelo entre los sueños en la Historia de José y el mensaje de Khnum al faraón Zoser, a quien
se le prometen años abundantes después de 7 años de hambre[46]. En los relatos
bíblicos la mayoría de los sueños son mensajes divinos, tanto en el libro del
Génesis (Jacob en Betel en Gen 28.10-19; o Jacob en Berseba,
Gen 46. 1-4), como en la legitimación del trono Salomónico en el libro
primero de los Reyes (1 Reyes 3) y en la literatura apocalíptica (Daniel 7). En
términos de nuestro relato, la palabra usada para hablar de los sueños de
José es halom,
la cual aparece en once ocasiones en Gen 37.5-12 (contando su uso también
como verbo). Dentro del relato no existe duda de que los sueños eran un
mensaje divino, esto porque tanto los de José como el de los servidores del
faraón (Gen 40) y el del Faraón mismo (41), ven su cumplimiento. Pero aparte
de que parece estar divinamente destinado para reinar sobre sus hermanos ¿qué
dicen los sueños de José como personaje? Varios autores argumentan que lo que
dichos sueños reflejan es el carácter de José. Para G. von
Rad existe un hilo delgado entre los sueños como profecías y los sueños como
expresiones de un corazón vanaglorioso[47]. Por ello no parece
haber duda de que ambas dimensiones, la divina y la personal, están
entrelazadas[48] en el relato, y por
ende, que los sueños reflejan los anhelos profundos de José en términos de la
relación con los otros hijos de Jacob y con Jacob mismo. Alter
piensa similar a von Rad, y sugiere que los sueños
dicen mucho de la persona que los tiene, siendo que éstos expresan “los deseos
escondidos y la percepción personal del soñador”[49]. Dichas posturas
señalan la dimensión compleja de los sueños, pues dejan de ser únicamente
oráculos divinos para convertirse -de cierto modo, en agenda velada del
soñador. Debido a esta complejidad, nuestra lectura vincula intrínsecamente
el carácter de José con sus sueños, siendo la razón por la cual los
entendemos como sueños de dominación. El término utilizado para describir de
forma metafórica esta relación entre José y sus hermanos es hawah el cual,
entre sus diversos usos, indicaría el gesto para expresar honor, el
arrodillarse/inclinarse ante un superior, adorar.[50] Para Stähli el verbo sugiere una acción delante de personas
para saludar o mostrar respeto o sumisión, entre las que se encuentran “inclinarse”,
“postrarse”, y “mostrar obediencia”, y el cual puede implicar el gesto de
postrarse al punto de tocar el suelo (como este autor señala que sucede en
Gen 37.10 y 43.26)[51]. El
hecho con el que sueña José, es el de reconocimiento
de su dominio. Lo que José sueña es ver a sus hermanos inclinados a sus pies.
La relación desigual que venía gestándose desde inicios del capítulo Jacob y
José adquiere en este momento una dimensión más concreta. En el primer sueño
el término hawah
(postrarse), es acompañado y contrastado por el verbo qum (levantarse, estar de pie),
que implica la noción de “levantarse”, siendo el segundo el antónimo del
primero[52]. Westermann[53] señala que el
primer sueño permite ver esta tensión, pues muestra el levantamiento de José
en claro contraste con la inclinación de los hermanos. La imagen del sueño
narrado por José es clara, pues mientras éste parece levantarse en medio de
su familia, sus padres y hermanos se mueven en sentido contrario, no sólo en
términos físicos (tocando el suelo en postración), sino en términos de poder
(rindiendo honor y obediencia). Esta
imagen es tan clara que los sueños no requieren de una interpretación
especial, como sucede en los capítulos 40 y 41. Para Ottosson,
el sueño de José es “no-simbólico” sino inmediatamente comprensible[54], y la repetición de
los sueños, aunque contengan pequeñas variaciones, significaría su
confirmación por la divinidad[55]. De igual forma von Rad sostuvo que los sueños “no contienen simbolismo
profundo ni mitológico o nada que se le parezca”[56]; por el contario, “deben ser considerados como lo que son…
prefiguraciones pictóricas de eventos y condiciones que vendrán”[57]. La dimensión
política del conflicto y la dominación narrada acá como división entre
hermanos emerge en el análisis del uso de los verbos ligados a la pregunta
del verso 8. Los hermanos utilizan los términos malak y mashal para interpretar el
sueño, los cuales pueden ser traducidos como “reinar” y “dominar”
respectivamente. Para Westermann ambos verbos
significan lo mismo y dejan ver cómo “los hermanos entendieron de inmediato:
eso sólo puede significar que él gobernaría sobre ellos, será su rey”[58]. A partir de estos
términos Westermann argumenta que todo el debate en
torno a la dominación que emerge en este sueño y su interpretación hace
referencia “a la pregunta básica en torno a un hombre (un hermano) reinando
sobre sus iguales (hermanos), pregunta que agitó a Israel en el período del
surgimiento de la monarquía”[59]. Este autor
sostiene que “dicho ordenamiento se opone al orden comunitario de la familia
en el cual la autoridad es paterna”, y piensa que “los hermanos…representan
el viejo orden el cual ven amenazado por la arrogancia que emerge del sueño
del hermano menor”[60]. Según
Skinner, en el lenguaje de la pregunta a los hermanos se encuentran vestigios
históricos de un conflicto político y social. Para este autor el lenguaje
utilizado en la pregunta “¿reinarás sobre nosotros?” del verso 8, apunta más
allá de la historia personal de José y se dirige más bien hacia la “hegemonía
de la ‘casa de José’ en el Israel del Norte”[61]. Estos argumentos
hacen posible considerar las implicaciones políticas y sociales, y uno de los
posibles debates que están de telón de fondo, en la historia de José. Los
sueños de José a nivel familiar, son sueños de
dominación, y parecen a nivel político, el anhelo de cambio de un sistema
tribal a uno monárquico. 2.2 Complot y
resistencia Ante
los sueños de dominación de José los hermanos responden con resistencia. Las
preguntas de los versos 8 y 11 ya habían sugerido el descontento con la
pretensión de José de reinar y
dominar[62], y la oportunidad
para evitar dicho destino se abre muy pronto, en los versos 12-36. Esto nos
habla que tanto a nivel familiar como socio-político
los sueños de José habían causado incomodidad. José busca a sus hermanos,
quienes al verlo recuerdan en aparente son de mofa la identidad que ha
asumido como soñador (v.19). Al menos así lo cree Robert Alter, quien opina
que la frase “señor de los sueños” tiene un fuerte tono sarcástico que hace
referencia a alguien que tiene relación de propiedad con algo[63]. Si los sueños
tenían implicaciones políticas relacionadas con la realeza, la conversación
de los hermanos en torno a qué hacer con el soñador también parece tenerla.
Primero se nos dice que los hermanos conspiran
para matarlo (v.18), y luego que este acto busca impedir que sus sueños
se hagan realidad (v.20). El término
usado en la conversación de los hermanos es nakal, que Alter traduce como
“planear”, “conspirar”, y que para Reimer implica
la noción de llevar a cabo un golpe militar en contra de un gobernante[64]. Para
Westermann, la reacción de los hermanos confirma
que estos “representan el viejo orden –donde la autoridad comunitaria la
sostiene el padre– que ven amenazado por la arrogancia del hermano menor”[65]. El plan es el de
matar a José (idea repetida en versos 19 y 20), pero la intervención de Rubén
y Judá hace que, en vez de derramar la sangre de José, éste sea vendido como
esclavo (v.21-22, 27). El acto violento de los hermanos refleja la necesidad
de evitar que una sola tribu gobierne sobre las demás en medio del pueblo
liberado por Yahvé, tema monárquico que también es abordado en otros libros,
como Jueces (conf. 8.22-23 o 9.7-15) y 1 Samuel 8-12. 2.3 Cumplimiento de
los sueños de dominación Será
necesario atravesar varios episodios en la vida de José y sus hermanos para
conocer el desenlace de los sueños de dominación. En medio de los encuentros
entre hermanos (cap. 37 y 42), se nos narra un episodio individual en la vida
de Judá, cuya función parece ser la de pausar el desarrollo del relato mientras
José llega a Egipto[66]. Ya en Egipto, los
eventos nos relatan un “subir y bajar” en la vida de José, quien baja como esclavo a Egipto hasta subir como el primero en la casa de su
amo Potifar (cap. 39), para bajar a
la cárcel y subir no sólo como el
encargado en dicho sitio sino finalmente como gobernador de Egipto (40-41).
El reencuentro entre hermanos se dará en este contexto, donde José ya ostenta
una posición de poder y se vive hambre tanto en Egipto como Canaán. En el
reencuentro se repiten los eventos del inicio del cap. 37, donde el hijo
menor empoderado se sitúa frente a sus hermanos, dependientes esta vez por
vivir una situación crítica de hambruna. Los
sueños de José tenían un contenido simple: ver a sus hermanos postrados a sus
pies. Su cumplimiento se reitera en varios momentos del reencuentro que se
lleva a cabo desde el capítulo 42 hasta el 45. En la primera situación,
narrada en 42.6, el texto nos dice que los hermanos entraron en presencia de
José “y se postraron ante él rostro en tierra”. Aquí se retoma no sólo el uso
del verbo hawah,
postrarse, que discutimos en las páginas anteriores al estar presente en el
capítulo 37, sino que se añade otra dimensión a este acto, describiéndose el
detalle particular de que dicha postración se hizo “situando los rostros en
tierra”. Esta actitud de postración será reiterada en 4 ocasiones más (43.26
y 28, 44.14, 50.18) en una serie de “inclinaciones” que confirma que el sueño
se ha cumplido y los hermanos mayores se han postrado ante el menor. Finalmente, la postración se había hecho
realidad, como lo muestra la mención a José como gobernante (shallit) de la tierra, que encontramos de igual forma en
42.6. Esta palabra, parte de una frase que Westermann
considera una glosa explicativa, sugiere una alusión al verbo mashal que
utilizan los hermanos para interpretar el sueño de José criticando sus
pretensiones de reinar en 37.8. El deseo de gobernar o tener poder sobre sus
hermanos se ha hecho realidad en este episodio. El relato habla de la transición de poder familiar que se hace
efectiva y que podría estar reflejando los conflictos sociales presentes en
el trasfondo histórico del texto. Hemos mencionado las varias posibles
realidades históricas reflejadas en Génesis 37-50. Una de estas era la
tensión entre modelos comunitarios y jerárquicos de ordenamiento social en
los momentos en que surge la monarquía, representados respectivamente por los
hermanos y José. El relato nos cuenta que, aunque hubo intentos de
resistencia frente al poder que emerge, los hermanos terminan aceptando y
postrándose a sus pies (los de José, y por relacionamiento, los del sistema).
Dicha postración indicaría que el sistema monárquico se ha abierto paso en el
comunitario, o al menos que es la pretensión de quien escribe la historia de
José que esto suceda. Para Ivo Storniollo el momento más
importante de la Historia de José ocurre en los capítulos 42-44, en los
cuales los hermanos son caracterizados como quienes humildemente aceptan
inclinarse ante José y ante el sistema que este representa[67]. Los sueños juegan
el doble rol de describir el sueño de dominación del hermano menor y la
resistencia de los hermanos[68]. George Coats tiene una opinión similar a Storniollo,
señalando que los sueños del capítulo 37 “anticipan la subyugación al poder
de José y auguran el episodio del capítulo 42 que trae a los hermanos en
humilde sumisión al poder de un administrador desconocido en la corte de
Egipto”[69]. Coats es de los autores que opinan que esta historia
habría emergido en la corte de Judá a inicios de la monarquía.[70] Lidiando con la
dificultad de situar el texto en algún contexto histórico preciso, podemos
argumentar que el texto refleja
efectivamente una transición de poder o bien sueña e invita a una transición de poder en un futuro cercano. En
ambos casos, debemos admitir que existe una peligrosa ironía en este episodio
narrado en 42-44, pues no hay duda de que sugiere y hace evidente lo fútil de
resistir a la dominación, la cual llega por más intentos que se hagan de
resistirla[71]. Lo que vemos acá
es que el conflicto familiar proyecta luchas y conflictos a niveles
políticos, sociales y económicos. 3. Génesis 37-50:
Apología Teológica de una Dominación La
historia de José nos narra tensiones por el poder familiar y político, poder
transferido de un personaje social a otro y reflejo de conflictos históricos
entre grupos sociales en Israel. Dicha transferencia ha encontrado
resistencia, al punto de que se hace necesario construir una narrativa que
legitime la transición del poder. A esto llamamos “apología teológica de una
dominación”: el texto de la Historia de José es construido teológicamente
para que su audiencia abrace los cambios de poder que ahí se plantean. 3.1 Dios estaba con
Él Una
de las ideas centrales del relato es argumentar que Dios estaba con José (39.2, 3, 5, 21, 23). La insistencia de esta frase es un recurso retórico que sitúa a
la audiencia de lado del personaje, quien en medio de una situación de
esclavitud ve una mejoría en su situación debido al acompañamiento divino. Coats sugiere que esta mención al acompañamiento divino
explica el rápido ascenso al poder que tiene José en casa de Potifar[72], lo que es parte de
la agenda del relato al insistir en las capacidades administrativas que han
sido divinamente dadas al personaje. Storniollo
busca leer Génesis 37-50 en clave ideológica. Todo sería parte de la
construcción retórica del personaje y de su historia, con el propósito de
convencer a la audiencia que todo lo que hace José, tiene apoyo divino. Sin
duda, insistir en que José tiene el apoyo divino contribuye a legitimar la
victoria de José en medio de la lucha con sus hermanos. José sueña con
dominar a su familia, y Dios está con él, así que la escena de la postración
debería ser comprendida y aceptada por la audiencia. Además, si lo que
tenemos en el trasfondo histórico son pugnas a nivel social y político,
deberemos asumir que Dios está con cualquier sistema que José esté representando.
Storniollo sostiene que dicho sistema no es otro
que el tributario, utilizando Gen 41 y 47 para apoyar su idea, donde José
crea una estructura tributaria en favor del estado egipcio. Sea cual sea el
trasfondo histórico del relato, parece ser que existe un interés de apoyar un
sistema, realidad, idea o comportamiento que está siendo planteado y
resistido. 3.2 José: modelo de
sabiduría y administración Otro
de los aspectos que ayudan a “suavizar” la llegada de José al poder es su
presentación como alguien que representa un modelo de sabiduría y
administración. Tener sueños y discernirlos no es sólo un atributo divino,
pero también una característica de sabiduría, como ya hemos mencionado, al
ser esta una característica de los sabios de la corte en el antiguo Cercano
Oriente. El término usado por faraón, hakam, utilizado repetidamente en Proverbios, Eclesiastés
y Eclesiástico, implica “ser sabio, docto…sensato, juicioso…prudente”[73]. Esta
característica de sabiduría abre a José la puerta para administrar todo
Egipto. Sin duda las medidas económicas y agrícolas que propone José para
lidiar con la hambruna –cobrar un 20% de la producción del pueblo, se convierte
en elemento clave para que el faraón lo considere lleno de sabiduría. El
solicitar tributo a la población era una práctica común en Egipto,
Mesopotamia, Persia, Grecia, Roma, etc.[74] En Israel, la
tradición adjudica a Salomón la construcción de dicho sistema[75]. A pesar de que
dicho rey es propuesto como prototipo de sabiduría y buena administración, 1 Re 12 nos cuenta que el pueblo se sublevó por el yugo
pesado que sufrió en sus manos. Yugo que se asume era en gran medida
económico (conf. 1 Re 4.7, 9.15-28, y 12.4). El
sistema tributario también fue criticado por otras tradiciones en Israel,
como señala por ejemplo 1 Samuel 8.11-18, donde es una de las características
que acompañan al rey que hará clamar al
pueblo por la intervención de Yahvé (1 Samuel 8.18) es la de tomar los recursos del pueblo. A pesar
de estas críticas al sistema, en la Historia de José parece que encontramos
un esfuerzo por argumentar que José es alguien caracterizado por su sabiduría
y buen juicio administrativo, siendo legitimada su figura tanto como el
sistema que representa. 3.3 José como
enviado para salvar muchas vidas El
último aspecto relacionado con la apología teológica de la dominación de José
es la frase que reitera que José ha sido enviado por Dios ha salvar muchas
vidas[76]. Dicho discurso
aparece en tres momentos clave (Gen 45.5; 47.13-26; 50.20), siempre en la
boca de José. En Gen 50.20, los hermanos temen que José tome represalias por
sus acciones ahora que Jacob ha muerto (50.15-18). José responde que él no
puede tomar el rol (¿de juez?) que pertenece a Dios –de nuevo demostrando
gran ética, y aunque señala que los hermanos han intentado hacer un gran mal, Dios lo ha convertido en bien. El objetivo de esta
transformación de algo “malo” en “bueno”, según la historia, es el de
preservar y salvar muchas vidas. Esta escena tiene una posición estratégica,
se da en el momento exacto en donde se narra la reconciliación entre los
hermanos. Dicha reconciliación implica aceptar el poder de José y el hecho de
que su sistema cuenta con la bendición divina. El mal en la historia radica en resistirse
a José, mientras que el bien consiste en que José ha sido designado como el
máximo poder de Egipto y que haya instalado el sistema de tributos. El discurso
que legitima al hijo menor parece evocar el discurso de salvación que viene
del estado y su sistema. 4. Una voz
disonante: ¿Por qué moriremos delante de ti? Dentro
de una narrativa de conflicto familiar y político, cuya voz principal parece
ser la de legitimación y apología teológica de una dominación, Génesis
47.13-26 parece surgir como una voz disonante. Este texto puede ser leído
como una ironía crítica al discurso principal de dominación y legitimación.
Esto por dos razones, una de redacción y una discursiva. La primera consiste en considerar Gen
47.13-26 como una glosa o añadido que parece no contribuir al relato general,
como ya hemos mencionado al inicio que se ha entendido este texto en la
exégesis histórica. La segunda está
relacionada con el punto de vista en que se mira a José pues, mientras en el
resto del relato de Gen 37-50 José parece ser descrito con aptitudes
positivas –es prudente, sabio administrativamente, Dios está con él, practica
normas éticas, en este texto José aparece actuando en perjuicio del pueblo
egipcio, al que despoja y hace esclavo. Gen 47.13-26 permite elaborar un
argumento de denuncia ante la apología teológica del personaje. Personaje central en el relato es también el pueblo egipcio como
colectivo, afectado por las acciones de José. El pueblo da todo a José para evitar la muerte, viendo una transformación
total en su situación económica, social, comunitaria e individual. Ya no es
únicamente gente esclavizada y sujeta a impuestos, sino cuerpos muertos. Así entiende Alter el término gewiyyah usado
en el verso 18, quien sugiere que la palabra es un “hablar sardónico de su
miserable condición: no poseen nada más que su “carcasa/esqueleto”, han sido
reducidos a cuerpos caminantes”[77]. José ha tomado literalmente todo del pueblo. La situación del
pueblo egipcio bajo la hambruna es extrema. Dos veces (v 15, 19) el narrador
pone en boca del pueblo la pregunta[78]: “¿Por qué
moriremos delante de ti?”. Con estas palabras la audiencia puede sentir la
desesperación que el ser humano vive cuando enfrenta una muerte lenta y
dolorosa; junto a esto, la audiencia escucha también la acusación/denuncia en
contra de José por su sistema: el pueblo muere delante de él, y como la
historia parece implicar en su trama, debido a él. El contenido de la frase,
y el hecho de que es pronunciada en dos ocasiones, indica que nos hallamos
ante una de las temáticas más importantes del relato:[79] existe un temor a
morir debido al sistema que José representa. El grito dibuja el sufrimiento,
y al mismo tiempo critica el sistema que José ha impuesto. El pueblo egipcio responde a su situación de esclavitud y sumisión por
impuestos con palabras desconcertantes en el verso 25: “¡Nos has
salvado/preservado la vida! Hemos hallado gracia ante los ojos de nuestro
señor”. No hay duda de que dicha frase podría entenderse como parte del
discurso legitimador de la sabia y apropiada administración de José. De hecho,
así ha sido la lectura común de este texto. Usualmente Gen 47.13-26 es
considerado parte del argumento que apoya la administración exitosa de José
en Egipto[80]. Sin embargo, en la
construcción del relato su narrador parece ir mostrando como aspecto central,
el sufrimiento y despojo del pueblo en manos del gobernante. Habiendo
discutido estos elementos literarios cabe preguntarse ¿Cuál podría ser la
perspectiva o punto de vista desde la cual se narra el relato? Proponemos que
Gen 47.13-26 es una voz disonante que critica fuertemente la administración
de José, que plantea como salvífico un sistema que condena al
pueblo a esclavitud, hambre, explotación económica y muerte. 5. Conclusión: La
Historia de José desde la Hermenéutica de la Liberación Aunque
tradicionalmente las lecturas liberadoras prefieren como puerta de entrada
las dimensiones históricas y estructurales de las tradiciones bíblicas, hemos
escogido como puerta de entrada la dimensión literaria del texto, siguiendo
la tradición de la Hermenéutica Contextual Sudafricana, que busca por esta
vía democratizar la lectura entre personas académicamente formadas en la
ciencia bíblica y personas sin esta formación. Además, consideramos que desde
la dimensión literaria se pueden percibir las sutilezas, continuidades,
sistemas, discontinuidades, temáticas humanas vitales, y discursos
ideo-teológicos, entre otros, de textos fundantes como los bíblicos. En este
sentido, la lectura inicial desde lo literario se convierte en clave. Aun
así, una hermenéutica liberadora se sostiene mejor a través del uso de otras
herramientas exegéticas, como aquellas que han emergido de las ciencias
sociales contribuyen a ubicar el texto en el texto los contextos vitales,
esperanzas, luchas y conflictos en medio de los cuáles este pudo haber
surgido. Estas herramientas –entre las que están la historia, la economía, la
sociología, la arqueología, entre otras, centrales en el método histórico
crítico, ayudan a ver los textos como representantes de sistemas teológicos,
políticos, económicos, sociales y culturales. Así, la combinación de métodos
–exégesis ecléctica – trae luz a los distintos niveles del texto, y
contribuye a comprender las estrategias de dominación y resistencia. Con
estas herramientas, hemos propuesto que el conflicto familiar percibido al
nivel del relato puede comprenderse como el reflejo de luchas políticas.
Debido a esto, exploramos la posibilidad de situar el texto desde la época
monárquica hasta el exilio, recopilando la investigación histórica en torno a
la Historia de José y abriendo la puerta a una multitud de textos que
posibilitan distintas lecturas del conflicto. Por ende, este análisis de Gen
37-50 busca problematizar la dimensión ideo-teológica del relato, y ver hasta
qué punto, dentro de las pugnas ideológicas y sus complejidades, podemos
situar el texto en nuestras propias luchas, o considerarlo una herramienta
peligrosa por su carácter dominador. El texto –asumido desde esta
perspectiva, es compañero de diálogo y de camino, y no palabra que se impone
y a la que respondemos solamente con silencio y obediencia. A
través de Gen 47.13-26 rescatamos lo que creemos puede ser entendido como una
denuncia teológica ante un sistema in-humano y anti-divino. Lo primero que el texto nos permite es ver
la injusticia vendida como salvación y el proyecto de dominación siendo
propuesto como modelo divino de gracia. Entender este discurso que emana de
las estructuras de poder nos permite liberarnos y rescatar otras
posibilidades de Dios, como aquellas que resisten al abuso en 1 Sam 8.11-18,
o 1 Re 12.1-20, donde un pueblo abatido por la
opresión económica se organiza para buscar un cambio en su situación. En esto
se encierra nuestra lectura de la Historia de José: liberación del discurso
ideológico para promover cambio y reivindicación. La
lectura del texto en clave liberadora no se puede quedar en una palabra en favor o en contra de. El texto como llamado profético nos pide escuchar
el grito del pueblo egipcio que teme “morir delante del sistema”, así como
nuestras comunidades en América Latina gritan al ver sus vidas sucumbir ante
la opresión estructural a la que nos enfrentamos actualmente, siendo la
pobreza y desigualdad de las más crudas y que traen otras consecuencias. El
llamado desde Gen 37-50 no es sólo a comprender las sutilezas dentro de las
relaciones de dominación y resistencia, y a de-construir
los sistemas que median dichas relaciones, sino también un llamado a
organizarse para transformar dicha realidad, que trae todo menos salvación, que significa todo menos gracia divina. Bibliografía Alter, Robert. Genesis:
Translation and Commentary. New York: W.W. Norton and Company, 1996. Amsler,
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Unpublished Paper. Ryken, Leland, James C. Wilhoit,
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511-532. Westermann, Claus. Genesis 37-50: A Commentary. Minneapolis: Augsburg Publishing
House, 1986. David Castillo Mora, es Doctor en Estudios Bíblicos por la Universidad de KwaZulu-Natal,
Pietermaritzburg (Sudáfrica), Coordinador del programa de estudios bíblicos
del Centro de Estudios y Relaciones Judeo-Cristianas
(San José, Costa Rica) y profesor de Ciencias Bíblicas en la Universidad
Bíblica Latinoamericana (San José, Costa Rica). ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0059-5203. Contacto: d.castillom35@gmail.com Artículo recibido: 29 de agosto del 2022. Artículo aprobado: 26 de septiembre del 2022. |
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[1] John Skinner, The International Critical Commentary
Genesis (Edinburg: T. & T. Clark, 1930), 440.
[2] Claus
Westermann, Genesis 37-50: A Commentary,
(Minneapolis: Augsburg Publishing
House, 1986), 18.
[3] Laurence
Turner, Announcements of Plot in Genesis
(Sheffield Academic Press: Sheffield, 1990), 163.
[4] Gerald O.
West, Contextual Bible Study (Pietermaritzburg: Cluster
Publications, 1993), 12-15.
[5] Esta es una importante noción
ideológica que surge de la Hermenéutica Negra de Liberación.
[6] Al ser un texto compuesto por una
fuente o tradición principal, completada por otras fuentes o tradiciones
secundarias que matizan o cambian la perspectiva de la primera, el texto
adquiere polifonía interna. Polifonía que puede significar conflicto.
[7] Conf. Walter Bruggemann,
“Trajectories in Old Testament
Literature and the Sociology of Ancient
Israel”, en Hermeneutics of Liberation: Political and Social Hermeneutics,
ed. por Norman K. Gottwald y Richard Horsley
(New York: Orbis Books, 1983), 308-309, donde el
autor describe al menos dos tradiciones que participan en la composición de los
textos del A.T., la mosaica y la davídica.
[8] En esta narrativa familiar las
mujeres están ausentes. Aun así, son centrales para entender el origen del
conflicto. Es a partir de ellas y sus hijos que el amor del padre se divide y
los hermanos se enfrentan.
[9] Génesis 37-50 es considerado un
puente entre la vida en Canaán y la vida en Egipto, es decir, entre la vida de
las familias ligadas a la promesa y el pueblo liberado.
[10] Hay autores que consideran que el
relato de José es un tipo de crónica histórica, Roland de Vaux,
en su Historia Antigua de Israel I: Desde los Orígenes a la entrada en Canaán
(Madrid: Ediciones Cristiandad,
1975), es uno de ellos. No hay duda de que el texto apela a situaciones
cotidianas, el asunto es hasta qué punto sus eventos son un recuento o una
creación literaria ficticia.
[11] Como novela la ven Skinner, Genesis, 44; Donald Redford, A
Study of the Biblical Story of
Joseph (Leiden: E. J. Brill, 1970), 1; Gerhard Von Rad, Estudios sobre el Antiguo Testamento (Salamanca: Ediciones
Sígueme, 1976), 255; George W. Coats Genesis with an Introduction to Narrative
Literature. Volume I: The forms of Old Testament Literature (Grand Rapids: Eerdmans Publishing
Company, 1983), 265; y
Westermann, Genesis,
26, para quien es una combinación entre novela y relato corto.
[12] Von Rad, Estudios, 254.
[13] Para una definición y
ejemplificación de la noción de motivo
literario empleada aquí véase José E. Ramírez- Kidd, Para Comprender El Antiguo Testamento (San José: Editorial Sebila, 2009),
54-57.
[14] John Walton, Zondervan Illustrated Bible Backgrounds
Commentary: Genesis (Grand
Rapids: Zondervan, 2009), 128.
[15] Otros motivos centrales en la historia como el de la
hambruna, los sueños, el sabio que salva en medio de una crisis -muchos
presentes en la literatura egipcia, tendrán un rol vital en la Historia de
José. Von Rad encuentra en dicha historia ecos de la
Sabiduría de Amenemopet y las Quejas del campesino
elocuente (Estudios, 256), por lo que relacionó la
historia de José con la sabiduría egipcia. Esta Historia es vinculada también
con el Salmo 105, las tradiciones de Osiris, así como con la Historia de la
Sucesión al Trono de David (Redford, A Study,
181; Von Rad, Estudios, 255), lo que la convierte en parte
integrante de un universo literario muy vasto.
[16] Ramírez-Kidd, Para Comprender, 28 y
136.
[17] Ramírez-Kidd, Para Comprender, 28 y
136.
[18] De Vaux, Historia Antigua, 293.
[19] De Vaux, Historia Antigua, 294.
[20] De Vaux, Historia Antigua, 295-297.
[21] De Vaux, Historia Antigua, 298.
[22] De Vaux, Historia Antigua, 301-302.
[23] Von Rad, Estudios, 257.
[24] Von Rad, Estudios, 257.
[25] Von Rad, Estudios, 258.
[26] Esto al nivel del relato, pues José
es parte de la historia de su familia, así como de la historia política de
Egipto, Westermann, Genesis,
24-26.
[27] Westermann, Genesis, 24-26.
[28] Westermann,
Genesis, 24-26.
[29] Ivo Storniollo, “A história de José do Egito (ou a ideología do reino de Salomao)”,
Vida Pastoral 187 (marzo-abril, 1996): 187.
[30] Storniollo, “A história de José”, 190.
[31] Robert Coote, In Defense of
Revolution: The Elohist History (Minneapolis:
Fortress Press, 1991), 3.
[32] Coote, In Defense, 11-12.
[33] Coote, In Defense, 11-12.
[34] Mark Brett, Genesis: Procreation and the politics of
Identity (London:
Routledge, 2000), 118-119.
[35] Brett, Genesis, 5.
[36] Brett, Genesis, 7.
[37] Paul Kim Hyun Chul, “Reading the Joseph Story (Genesis 37-50) as Diaspora
Narrative”, The Catholic Biblical
Quarterly 75 (2013): 220.
[38] Hyun Chul, “Reading the Joseph Story”, 220.
[39] Hyun Chul, “Reading the Joseph Story”, 222.
[40] Redford, A Study, 68-69.
[41] Robert Alter, Genesis: Translation and Commentary, (New York: W.W. Norton and Company,
1996), 208.
[42] Westermann, Genesis, 36.
[43] M. Ottosson, J. Bergman y G.J. Botterweck,
“halom”, en Theological
Dictionary of the Old Testament Volume IV, ed. por G.J. Botterweck
y H. Ringgren (Grand Rapids: William B. Eerdmans
Publishing Company, 1980), 422.
[44] Ottosson, Bergman y Botterweck, “halom”, 422.
[45] Ottosson, Bergman y Botterweck, “halom”, 422. Un caso similar ocurre con Salomón
en 1 Reyes 3.
[46] Ottosson, Bergman y Botterweck, “halom”, 422.
[47] Von Rad, Genesis, 346-347.
[48] Von Rad, Genesis, 347.
[49] Von Rad, Genesis, 347.
[50] H. P. Stähli,
“hawah”, en Diccionario
Teológico Manual del Antiguo Testamento. Volumen I, ed. por Ernst
Jenni y Claus Westermann (Madrid: Ediciones
Cristiandad, 1978), 399.
[51] Stähli, “hawah“, 249.
[52] S. Amsler, “qûm”, en Theological
Lexicon of the Old Testament. Volume 3, ed. por
Ernst Jenni y Claus Westermann (Peabody, Mass.: Hendrickson Publishers, 1994),
1138. El autor
resalta la función de “qûm” como antónimo de “hawah”.
[53] Westermann, Genesis, 38.
[54] Ottosson, “halom”, 430.
[55] Ottosson, “halom”, 430. Conf. Gen 41.32.
[56] Von Rad, Genesis, 346.
[57] Von Rad, Genesis, 346.
[58] Von Rad, Genesis, 38.
[59] Von Rad, Genesis, 38.
[60] Von Rad, Genesis, 38.
[61] Skinner, Genesis, 445. Von Rad piensa que esto puede haber sido así y elimina cualquier
posibilidad de que haya existido un interés político detrás de la novela (Genesis, 347).
[62] Interesantemente, von Rad parece sugerir que el descontento de los hermanos
se debe a la juventud de José y no a sus sueños. Ver von
Rad, Genesis, 347.
[63] Alter, Genesis, 212.
[64] Haroldo Reimer,
“La Necesidad de la Monarquía para salvar al pueblo: Apuntamientos sobre la
Historia de José (Génesis 37-50)”, RIBLA 23/1:
(1996): 68.
[65] Westermann, Genesis, 38.
[66] Esto según Laurence Turner, Genesis (Sheffield
Academic Press: Sheffield, 2000), 167, y otros
autores. No hay duda de que Gen 38 tiene múltiples conexiones
con la narrativa de Génesis 37-50, esto en términos de motivos literarios,
personajes y temáticas de descendencia.
[67] Storniollo
ve en el relato no sólo el levantamiento de Salomón como rey, sino el
establecimiento del sistema tributario, esto en los caps. 41 y 47. Los hermanos
no sólo se inclinarían al rey, sino que aceptarían dicho sistema; Cf. A Historia de Jose,
189.
[68] Storniollo,
A Historia de Jose, 187.
[69] George W.
Coats, From Canaan to Egypt: Structural
and Theological Context for the Joseph Story (Washington: The Catholic Biblical Association of America,
1976), 13.
[70] Para otros autores, como R. Coote y T. Römer, lo que tenemos
acá es la aceptación de la llegada al poder de círculos pertenecientes al
Israel del Norte. Coote plantea que el trasfondo
histórico del Historia de José calza en la época del levantamiento de Jeroboam
I como rey de Israel. Para Coote, el deseo de que los
hermanos se inclinen rostro en tierra
reflejaría el anhelo de Jeroboam I de conquistar Judá y ganar la guerra con
Roboam (In Defense of
Revolution,
92). Römer, quien lee el relato como emergente en
medio de colonias israelitas en la diáspora egipcia del pos exilio, ve la
posibilidad de que este texto busque recuperar un rol protagónico del “Israel
del Norte” en contraposición al “Israel del Sur” (“The Joseph Story”, conferencia inédita
presentada en el Congreso de la IOSOT 2016 [International Organization
for the Study
of the Old Testament, Stellenbosch, South Africa
2016]).
[71] Varios autores han señalado la
ironía en el acto de los hermanos, que intentando evitar la dominación de José
propician su consecución.
[72] Coats, Genesis, 279.
[73] Luis A. Schökel,
Diccionario Bíblico Hebreo-Español (Madrid: Editorial
Trotta, 1994), 250.
[74] Gerald O.
West, “Tracking an Ancient Near East Economic System: The Tributary Mode of
Production and the Temple State” Old
Testament Essays 24/2 (2011): 521-523.
[75] West, “Tracking”, 516-517.
[76] Alter, Genesis, 267. Para Alter éste es
otro signo de la piedad de José,
quien reconocería la providencia divina en su ascenso en Egipto.
[77] Alter, Genesis, 284.
[78] Alter, Genesis, 282. El autor discute similitudes y
diferencias en esta página.
[79] La idea de utilizar la repetición es precisamente para destacar
este énfasis en ideas y temáticas.
[80] Así, por ejemplo, los comentarios
de Skinner y G. von Rad.