Vida  y

Pensamiento

Revista Teológica de la Universidad Bíblica Latinoamericana

Volumen 43, Número 2  -  Año 2023  -  San José, Costa Rica

 

Hermenéuticas bíblicas

de liberación:

Aportes teóricos y metodológicos

para una nueva era

 

 

 

 

 

 

La lectura sociológica de la Biblia y la Hermenéutica

de la Liberación presentada con ocasión de la

Cátedra J. Mackay 2023

 

Roberto Caicedo Narváez

 

pp. 75-92

 

 

 

Resumen: La Teología de la liberación (TL) en América Latina y El Caribe (ALC) aportó no sólo a la construcción de un discurso transformador en el Teología, sino que exigió acercamientos diferentes al texto bíblico que respondieran a dicha trasformación y a la de la praxis cristiana. De la mano de la producción teológica surgieron diferentes esfuerzos de una lectura popular de la Biblia (LPB) enraizada en dinámicas propias de las comunidades eclesiales de base que fueron surgieron en ALC. A la par que los esfuerzos de lectura popular podemos constatar el surgimiento de esfuerzos de corte más académicos que reflejan un acercamiento al texto conectado con nuestras realidades y en discusión con los presupuestos exegéticos de tradición noratlántica. Entre las apuestas metodológicas surgidas está la “exégesis sociológica” (ES), la cual, aunque también tiene sus expresiones noratlánticas, generó un acercamiento particular y crucial en el contexto latinoamericano, en algunos casos traducido en lo que se llamó la “lectura de los cuatro lados”.

Palabras claves: Lectura popular de la Biblia, lectura desde los cuatro lados, exégesis sociológica, perspectiva liberadora en la hermenéutica.

Abstract: Liberation Theology (TL) in Latin America and Caribbean (ALC) contributed not only to the construction of a transformative discourse in Theology, but also demanded different approaches to the biblical text that responded to said transformation and to that of Christian praxis. Hand in hand with theological production, different efforts arose for a popular reading of the Bible (LBP), rooted in the dynamics of the base ecclesial communities that emerged in ALC. Along with the popular reading efforts, we can verify the emergence of more academic efforts that reflected an approach to the text connected to our realities and in discussion with the exegetical assumptions of the North Atlantic tradition. Among the methodological bets that have arisen is “sociological exegesis” (ES) which, although it also has its North Atlantic expressions, highlights a particular and crucial approach in the Latin American context, in some cases translated into what was called the “reading from the four sides”.

Keywords: Popular reading of the Bible, reading from all four sides, sociological exegesis, liberating perspective in hermeneutics.

 

 

 

 

 

Roberto Caicedo-Narváez

 

La lectura sociológica de la Biblia y la Hermenéutica

de la Liberación presentada con ocasión de la

Cátedra J. Mackay 2023

 

1. Los principios de la exégesis sociológica

 

Debemos comenzar, entonces, por preguntarnos: ¿cuáles serían los presupuestos que la ES propuso en el contexto de la exégesis noratlántica? Como en su momento planteara Álvarez Verdes:

 

El método sociológico viene a llenar importantes lagunas dejadas al descubierto por los métodos históricos y teológicos (…). El método sociológico contempla el hecho religioso como expresión sintética del hombre integral, que es a la vez espíritu y cuerpo, individualidad original y miembro de un grupo. Por ello trata de descubrir la interacción operante entre la realidad social y el discurso teológico (…). Para ello reúne datos, pero sobre todo trata de sistematizarlos mediante el recurso a estructuras y modelos capaces de dar razón de la eclosión, persistencia y proceso de determinadas formas religiosas[1].

 

Discurso que se refleja en los textos a los cuales tenemos acceso y que busca relacionar con la realidad social que pudiera dar razón de este.

 

En este sentido, como lo plantea el autor citado, la ES recurre a “estructuras y modelos” que pueden venir de diferentes acercamientos a la realidad y diferentes miradas de la sociología, tanto funcionalistas como del conflicto. El desarrollo del método va de la mano del desarrollo de diversas perspectivas sociológicas y sus diferencias en la forma de interpretar la sociedad y de acercarse a sus constituyentes. Aquí surge ya una primera dificultad con la que se enfrenta esta perspectiva, pues los modelos desarrollados por la sociología son conformados y aplicados a sociedades actuales y extrapolados a sociedades anteriores con la debida distancia temporal y cultural que les separa. Entonces las categorías propuestas en el análisis sociológico de sociedades pueden no ser tan adecuadas o acertadas a la hora de analizar otras sociedades, lo cual requiere cierta “traducción” a categorías que puedan surgir del análisis de dichas sociedades, algo así como la discusión entre lo emic y lo etic en el acercamiento antropológico[2].

 

Álvarez Verdes clasifica los modelos sociológicos en modelos generales y modelos aplicativos:

 

-         Entre los modelos generales menciona el funcional-estructural, conflictual y simbólico.

-         Entre los modelos aplicativos menciona los modelos centrados en la producción del conocimiento, en los roles y funciones, en el papel de los movimientos milenaristas o sectas, en la relación de lo local con lo translocal, en la distribución del poder y modelos de inspiración marxista.

 

Otra clasificación, planteada por David Rhoads[3], identifica cuatro acercamientos emergentes de lo que llama el “social criticism”:

 

-         Descripción social. Se plantea desde la información que tenemos del mundo antiguo a partir de la literatura, arqueología, arte y otras fuentes.

-         Historia social. Trata de comprender el alcance del cambio en la historia aplicando un conocimiento comprensivo de lo social a través del tiempo.

-         Sociología del conocimiento. Parte de cómo diferentes visiones del mundo apoyan diferentes órdenes sociales.

-         Uso de modelos de las Ciencias Sociales (Antropología cultural). Se formulan modelos para entender las dinámicas de la cultura y describir los fenómenos que ocurren dentro de ellas.

 

Aquí un breve esquema de estos modelos.

 

MODELOS GENERALES (DESCRIPCIÓN SOCIAL-HISTORIA SOCIAL)

MODELOS APLICATIVOS (SOCIOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO-ANTROPOLOGÍA CULTURAL)

ESTRUCTURAL-FUNCIONAL

 

-Centrado en la idea del orden y la armonía social.

-Estructuras de comportamiento social (principios, normas, valores).

-La “intangibilidad” de las estructuras.

-Se asimila a una “foto instantánea”.

PRODUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO

-Se apoya en la “sociología del conocimiento”.

-Descubrir las estructuras y esquemas de pensamiento y de vida.

-Una cierta circularidad del dinamismo interrelacionar.

-Método ecléctico.

-Ej. W. Meeks (lingüistico-cultural)

-Relación texto-cultura.

CONFLICTUAL

-Estructura tensional entre diversos intereses grupales.

-Visión “dinámica” de la sociedad.

-La sociedad tiende a favorecer el interés del sistema general.

ROLES Y FUNCIONES

-El “rol” como determinante de autoidentificación del grupo.

-En el rol convergen elementos con el status, relación persona-grupo y la actividad del grupo.

-Ej. G. Theissen y rol del “profeta ambulante” o “itinerante”.

SIMBÓLICO

 

-Se enfoca en las “expresiones simbólicas” y “sistemas de símbolos”.

-Puede ser operativo a través de los dos modelos anteriores.

-Visión flexible de la estructura e integrador.

MOVIMIENTOS MILENARISTAS

-En la perspectiva de movimientos “sectarios” o radicales.

-El papel del “líder profeta”.

-Ej. Gager uso de la categoría “disonancia cognitiva”.

 

LOCAL-TRANSLOCAL

-Dinamismo entre la visión translocal o universalista y la tradición local.

-Ej. Graydon Snyder y su estudio del cristianismo post-neotestamentario.

 

DISTRIBUCIÓN DEL PODER

-Sistema concreto de las relaciones de poder.

-Incidencia de los factores históricos-sociales.

-Autoridad como relación “asimétrica” de poder.

-Ej. Holmberg y la distinción de la autoridad racional-legal, tradicional y carismática.

 

DE INSPIRACIÓN MARXISTA

-Acercamientos variados desde la tradición marxista.

-Ej. Belo en donde converge el materialismo dialéctico, el psicoanálisis y estructuralismo. Apunta a la praxis histórica y su papel transformador de la sociedad. Pone de relieve elementos socioculturales.

 

Cuadro 1: Modelos en la exégesis sociológica.

Adaptado de Álvarez Verdes.

 

Tomando el aporte de Gerard Theissen[4], Edilberto López[5] plantea tres grandes modelos que se han usado para el trabajo de la exégesis sociológica:

 

-         Constructivo: se enfoca alrededor del “contexto sociológico” de los textos, partiendo de información que surge en el mismo texto que, aunque sea “históricamente dudosa” nos deja ver características sobre las comunidades que dan lugar al texto.

-         Analítico: aquí se “infiere” a partir de diversas expresiones el sustrato de la realidad social detrás de los textos y sus implicaciones.

-         Comparativo: los datos de los textos necesitan ser complementados y comparados a partir de otra literatura e investigaciones que ayuden a ampliar el conocimiento de los aspectos mencionados en el texto bíblico.

 

Podemos observar que hay una pluralidad de posibles “acercamientos” sociológicos al texto, que puede combinar diferentes perspectivas o modelos. Pero, como cualquier método exegético, es posible terminar en una forma “reduccionista” de acercarse al texto, excluyendo otras formas de exégesis y hermenéutica. Independiente de cuál es el camino o método, el uso de la sociología implica una opción epistemológica que no es neutral y ajena a los preconceptos con los cuales se asume la tarea hermenéutica, de esto nos previene algunos autores, tanto en el contexto latinoamericano como en Europa misma. En este sentido, Bengt Holmberg dice:

 

La sociología no es un instrumento intelectual neutro que pueda ser aplicado a cualquier tema sin afectarlo (…) se ha presentado muchas veces con la pretensión de ser absolutamente científica y estar libre de todo prejuicio (…). Los datos dependen de la perspectiva (epistemología, etc.) inherente a la teoría sociológica, que además habrá contribuido a conformarlos, y que podríamos describir como una especie de filosofía de la sociedad[6].

 

Concluye diciendo que,

 

el fruto más importante de introducir la sociología en los estudios neotestamentarios es, por supuesto, no una conciencia más clara de las diferencias que median entre las dos disciplinas, ni la posibilidad de plantear cierto número de hipótesis o explicaciones históricas nuevas en torno a los textos, sino más bien el hecho de que la sociología ha cambiado nuestro modo (de) ver y entender la realidad del cristianismo primitivo[7] .

 

En este sentido todos estos diferentes acercamientos vienen a enriquecer la exégesis que se dio a llamar científica, o sociológica, y que podría verse como un desarrollo posterior del conocido método histórico-crítico o como parte de este. De allí que se presente como una crítica social-científica (social-scientific criticism), que, fundamentalmente, asume que todo conocimiento está socialmente condicionado. Así lo plantea John Elliott[8]:

 

La crítica socio-científica de la Biblia es aquella fase de la tarea exegética que analiza las dimensiones sociales y culturales del texto y también las de su contexto ambiental mediante la utilización de las perspectivas, la teoría, los modelos y la investigación de las ciencias sociales[9].

 

Elliot enfatiza que se trata de una “subdisciplina exegética” más que de un nuevo “paradigma metodológico”, y que, si bien para su tarea usa los “instrumentos” propios de las ciencias sociales; sin embargo, nos percatamos que dichos instrumentos no son para todos y todas los mismos, sino que dependen, en buena parte, de los “paradigmas” o modelos epistemológicos en los cuales los ubicamos y extraemos.

 

El mismo Elliott reconoce estas diferentes perspectivas y su influencia en el trabajo exegético al considerar cuatro grupos que se fueron conformando en torno a esta línea exegética. La mayor parte de estos referentes son noratlánticos, preferentemente de habla inglesa, aunque con una importante presencia de españoles (as) que ha venido caminando en el terreno siguiendo las huellas de Rafael Aguirre[10]. Sólo al final de su escrito, Elliot menciona que es necesario ampliar el círculo de especialistas a “colegas de Iberoamérica”[11]. La pregunta que nos queda en el tintero sería: ¿A qué se debe esta ausencia de biblistas latinoamericanos (as) en estos círculos de especialistas desde la exégesis sociológica?[12]

 

2. La exégesis sociológica en la TL

 

Lo anterior no significa que el aporte y el desarrollo de esta perspectiva exegética esté ausente de la preocupación y trabajo de algunos (as) exégetas latinoamericanos (as). Vemos, por el contrario, que este acercamiento va a repercutir de diferentes formas en el trabajo exegético y hermenéutico que acompaña la TL, y dentro de ella la lectura o hermenéutica popular de la Biblia. Esto, dentro del necesario diálogo entre lo que se reconoce tradicionalmente como exégesis y hermenéutica[13], el cual debemos plantear más como una convergencia que como una dicotomía. Entonces, la lectura popular también se plantea como una forma de exégesis del texto en la media en que se ha apropiado de un método, o medición metodológica[14], teniendo en cuenta el aporte de diversas disciplinas como la Sociología, la Antropología, entre otras, en la construcción de categorías a partir de las cuales se realiza la lectura e interpretación del texto.

 

Tomemos, como ejemplo, los esfuerzos de Carlos Mesters, y otros (as) colegas (as) en Brasil[15]; José S. Croatto y Néstor Míguez en Argentina; Pablo Richard y Elsa Támez en Costa Rica; y Francisco Reyes y Aníbal Cañaveral en Colombia, por mencionar algunos (as). Al respecto de la exégesis sociológica el biblista José Severino Croatto dice:

 

El otro aporte, también desarrollado a la sombra de la Teología de la Liberación como la hermenéutica, es el análisis socio-político de los textos bíblicos. Esa es la base del Comentario Bíblico Ecuménico, línea que ha recibido una atención particular en el contexto brasileño (la “exégesis de los cuatro lados”[16]) pero que se ha extendido como un aporte significativo para la lectura de la Biblia desde la vida misma[17].

 

Notemos este doble énfasis en lo sociológico y también en la lectura “política” del texto, que es desarrollado como uno de los cuatro lados propuestos en el método.

 

Al respecto dice Néstor Míguez[18]:

 

Los métodos socioanalíticos (…), centran su aporte en los componentes externos que el texto incorpora, no en su historia redaccional, sino por la formación social de la que provienen. Por lo tanto, su mirada se extiende más allá del texto y su entorno inmediato para procurar recuperar las tensiones sociales, económicas y políticas de las cuales el texto forma parte… Poder ubicar el texto en ese juego de poderes es también parte de la tarea interpretativa que se propone la hermenéutica bíblica[19].

 

Además, Míguez plantea que es necesario reconocer que algunas perspectivas sociológicas obedecen a elementos ideológicos dominantes,

 

que buscan trabajar sobre los funcionamientos sociales modélicos, que ponen énfasis en los organizadores y cohesionantes sociales. Por otro lado, tenemos llamadas sociologías del conflicto, que muestran las tensiones y luchas abiertas y encubiertas que se dan entre distintos grupos, sectores y clases sociales. Pero hoy por hoy tampoco encontraremos estas escuelas “puras”, ya que van surgiendo nuevos énfasis y aportes que matizan el panorama, que introducen otras alternativas analíticas, que recuperar elementos de las distintas aproximaciones en la búsqueda de perfeccionar las variantes metodológicas[20].

 

En principio, lo que podemos constatar en esta perspectiva de la exégesis y hermenéutica latinoamericana es un acercamiento mixto que integra los aportes de la exégesis sociológica, desde diversos modelos, a los aportes de otras perspectivas exegéticas. Por ejemplo, en su perspectiva metodológica J. Severino Croatto había integrado el aporte de la semiótica, el análisis estructural y análisis retórico a sus trabajos. Así lo plantea en su texto Liberación y Libertad[21]:

 

El lenguaje de nuestro relato es de estructura simbólica y mítica (…). Es lo propio de la narración mítico-simbólica, que es fundamentalmente hermenéutica. Mejor porque es hermenéutica (descifra el acontecimiento) necesita un lenguaje distinto al de la historiografía profana. Ahora bien, el símbolo es “remisor” a lo trascendente y el mito es “remisor” a lo arquetípico y creacional”, de allí que no se puede entender el relato, en este caso del Éxodo, desde una perspectiva historicista. En ese sentido plantea que “un nuevo impulso fue dado a la exégesis crítica con el aporte de la semiótica[22].

 

Pero, en todo caso, la originalidad del trabajo en AL, a decir del autor, es la integración del trabajo exegético con la realidad que envuelve al exégeta. Esta articulación con la realidad, realidad compleja y difícil, hace que el exégeta ponga en sintonía el texto con el contexto de las comunidades interesadas en una lectura contextual de la Biblia, que hable a su realidad concreta y que les ayude en una praxis transformadora para ella.

 

Hoy encontramos que hay una diversidad de acercamientos al texto que incorporan en la exégesis sociológica otras variables y categorías pertinentes al estudio del texto y su contexto. Por ejemplo: la interculturalidad[23], la decolonialidad[24], por mencionar algunas. Pero siempre intentando un diálogo del texto, dentro de su contexto, con nuestro contexto y realidad, buscando la pertinencia de la interpretación bíblica, por lo menos ese es su horizonte y promesa. No se puede, entonces, pensar la exégesis y hermenéutica latinoamericana al margen de su método teológico y pastoral. Ellos forman una tríada fundamental en el trabajo interpretativo de la Biblia. Así se concretan las tres etapas constitutivas del método: la mediación socioanalítica, la mediación hermenéutica y la mediación práxica, plateadas por Clodovis Boff[25].

 

Para Clodovis Boff[26] los rasgos de una hermenéutica teológica-libertadora serían:

 

-         Privilegio del momento de la aplicación sobre el de la explicación.

-         Busca descubrir y activar la energía transformadora de los textos bíblicos.

-         Acentúa, como lectura teológica-política, en el contexto social del mensaje sin caer en reduccionismos.

-         Quiere hacerse junto con los pobres, incorporando la lectura popular de la Biblia como “sujeto hermenéutico” privilegiado de la reflexión bíblica.

 

A manera de conclusión

 

En primer lugar, podemos decir que, a pesar de las diferentes perspectivas y dificultades, la llamada exégesis sociológica ha hecho y sigue haciendo un aporte significativo para la tarea exegética y hermenéutica en la línea de una mirada más consiente del papel que juega el contexto social en la conformación de un texto. Por lo tanto, hoy no se pueden desestimar las hermenéuticas de los biblistas e investigadores (as) en el campo de la historia social, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.

 

En ese sentido, en segundo lugar, no podemos desconocer que, en diferente medida, la exégesis latinoamericana ha bebido también de dicha influencia; pero a la vez la ha enriquecido con una mirada más amplia del uso de las herramientas y categorías sociológicas aplicables a la tarea exegética, las diferentes perspectivas hermenéuticas relacionadas con la reflexión teológica y pastoral en AL dan al uso de dicha perspectiva una vitalidad importante al conectarla con la realidad y la vida de las comunidades con las cuales se relaciona el o la exégeta.

 

Queda pendiente, de todos modos, realizar una semblanza de dichos trabajos que, en esa línea, han aportado a una lectura sociológica desde ALC y evaluar cómo se ha articulado dicho aporte con otras perspectivas y metodológicas exegéticas.

 

También, no está por demás, preguntarnos hasta qué punto se ha podido cumplir con el horizonte trasformador de la realidad en las comunidades de base, y si la tarea exegética y hermenéuticas realizadas por biblistas y teólogos (as) latinoamericanos (as) han impactado la vida de las comunidades eclesiales, qué tanto se ha hecho en diálogo con ellas y cómo se refleja su aporte en los trabajos realizados. Creo que es una tarea por revisar y constatar.

 

Bibliografía

 

Álvarez Verdes, Lorenzo. “El método sociológico en la investigación bíblica actual”. Studia Moralia 27, n.º 1 (1989): 5-41.

 

Anderson, A. F. y G. Gorgulho. “A leitura sociologica da Biblia “. Estudos Biblicos 2 (1984): 6-10.

 

Boff, Clodovis. “Epistemología y método de la Teología de la Liberación”. En Mysterium Liberationis. Tomo I., editado por I. Ellacuria y J. Sobrino, 79-113. San Salvador: UCA, 1992.

 

Boff, Clodovis. Teoría del método teológico. México: Dabar, 2001.

 

Croatto, José S. “Las nuevas hermenéuticas de la lectura bíblica”. En Nuevas Hermenéuticas bíblicas, editado por Rafael Aragón, 15-36. Managua: Lascasiana, 1998.

 

Croatto, José S. Liberación y Libertad. Buenos Aires: Mundo Nuevo, 1973.

 

Elliott, John H. “La crítica socio-científica: la configuración colectiva y cooperativa de un método”. En Reimaginando los orígenes del cristianismo, editado por Carmén Bernabé y Carlos Gil, 101-115. Navarra: Verbo Divino, 2008.

 

Holmnerg, Bengt. Historia social del Cristianismo primitivo. La sociología y el Nuevo Testamento. Madrid: El Almendro, 1995.

 

Huning, Ralf. Aprendiendo de Carlos Mesters: Hacia una teoría de lectura bíblica. Navarra: Verbo Divino, 2007.

 

López, Edilberto. Para que comprendiesen las Escrituras: Introducción a los métodos exegéticos. San Juan : Seminario Evangélico de Puerto Rico, 2003.

 

Míguez, Néstor. “Lucas 1-2: una mirada económica, plítica y social”. RIBLA 53 (2006): 44-51.

 

Reyes, Francisco. Hagamos vida la Palabra. Bogotá: CEDEBI, 1997.

 

Reyes, Francisco. “Hermenéutica y Exégesis”. RIBLA 28 (1997): 9-36.

 

Rhoads, David. “Social Criticism: crossing boundaries”. En Mark & method. New approaches in biblical studies, editado por J. C. Anderson y Stephen D. Moore, 135-161. Minneapolis: Fortress Press, 1992.

 

 

 

 

 

Roberto Caicedo Narváez, es Licenciado en Ciencias Bíblicas por la Universidad Bíblica Latinoamericana (Costa Rica), Magíster en Teología por la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia) y Doctor en CC.SS. por la Universidad Nacional (Costa Rica). Es docente, investigador y director de la Maestría en Teología de la Universidad Bautista en Cali, Colombia.

 

Contacto: rocainar@hotmail.com

 

Artículo recibido: 28 de agosto del 2023.

Artículo aprobado: 1 de noviembre del 2023.

 

 

 

 



[1] Lorenzo Álvarez Verdes, El método sociológico en la investigación bíblica actual, Studia Moralia 27, n.° 1 (1989), 12.

[2] “El punto de partida principal fue la distinción conceptual entre las concepciones ‘Emic’ y ‘Etic’ de la cultura, propuestas por Kenneth Pike en 1954. Los dos términos derivan de los conceptos lingüísticos de fonética y fonémica. La fonética se refiere a las diferencias de sonido en una lengua que reconoce cualquier oyente (aunque no la conozca), pero que pueden tener significado semántico para sus hablantes, mientras que la fonémica trata de las diferencias de sonido que tiene significado semántico para el hablante de la lengua dada. En este sentido, Pike utilizó ‘etic’ para designar a las distinciones categóricas que hacen los etnólogos entre ley y religión, por ejemplo, y que pueden tener significado para los miembros de una sociedad concreta, mientras que ‘emic’ se refiere a las diferencias que tienen sentido y significado entre los miembros de esa sociedad”. Glosario de Antropología Cultural, https://www.docsity.com/es/glosario-de-antropologia-social-y-cultural/2864878/

[3] David Rhoads, Social Criticism: crossing boundaries, en Mark & method. New approaches in biblical studies, ed. por J.C. Andeson (Minneapolis: Fortress Press, 1992): 135-161.

[4] Theissen publica en alemán sobre el tema en la década de los 70. En español se publica una traducción en 1985, con el título Estudios de sociología del Cristianismo Primitivo.

[5] Edilberto López, Para que comprendiesen las Escrituras: Introducción a los métodos exegéticos (San Juan: Seminario Evangélico de Puerto Rico, 2003).

[6] Bengt Holmberg, Historia social del cristianismo primitivo. La sociología y el Nuevo Testamento (Madrid: El Almendro, 1995), 189, 197.

[7] Holmberg, Historia, 200.

[8] John H. Elliott La crítica socio-científica: la configuración colectiva y cooperativa de un método”, en Reimaginando los orígenes del cristianismo, ed. por Carmén Bernabé (Navarra: Verbo Divino, 2008), 101.

[9] La cita la toma el autor de su texto “What is Social-scientific criticism?” publicado en 1993.

[10] En 1985 Rafael Aguirre publica el artículo “El método sociológico en los estudios bíblicos” en Estudios Eclesiásticos 60 (1985): 305-331.

[11] Elliot, “La crítica”, 114.

[12] Es posible que no tengamos todo el panorama de los y las participantes en estos encuentros, sí han participado o sí han tenido algún contacto, pero no se mencionan en el recuento hecho por J.H. Elliott.

[13] Tradicionalmente se reconoce como exégesis al trabajo metodológico con el texto bíblico propiamente y a hermenéutica como su lectura e interpretación contextualizada. Al respecto dice Francisco Reyes : “Lo cierto es que hay un cortocircuito entre exégesis y hermenéutica en la lectura de la Biblia que hacemos en América Latina (…) se planteó, por tanto, la necesidad de articular mucho más la exégesis a las hermenéuticas específicas y de recrear los métodos de exégesis utilizados, de acuerdo a los nuevos desafío y necesidades que brotan de las hermenéuticas específicasHagamos Vida la Palabra (Bogotá: CEDEBI, 1997), 28.

[14] Ralf Huning lo plantea en estos términos: “No existe una lectura bíblica sin mediación científica. Incluso una lectura espontánea, conscientemente no científica, está referida a un texto de la Biblia que se debe a un esfuerzo científico de crítica textual y de traducción”, Aprendiendo de Carlos Mesters: Hacia una teoría de lectura bíblica (Navarra: Verbo Divino, 2007). 24.

[15] “Mesters ve tres factores impulsores detrás del nuevo interés por la Biblia, que hasta hoy determinan la dinámica interna de la lectura popular de la Biblia y que guardan una estrecha relación recíproca: el de conocer la Biblia, la constitución de comunidades y la acción común al servicio del pueblo”. Huning, Aprendiendo, 149.

[16] Ver la referencia al respecto en Anderson y Gorgulho 1984, 6-7, los lados considerados son: (1) el aspecto económico, (2) el aspecto social, (3) el aspecto político y (4) el aspecto ideológico y simbólico. Cf. Reyes, Hagamos, 155-157.

[17] José S. Croatto “Las nuevas hermenéuticas de la lectura bíblica”, en Nuevas Hermenéuticas bíblicas, ed. por Rafael Aragón (Managua: Lascasiana, 1998), 17-18.

[18] Néstor Míguez, Lucas 1-2: una mirada económica, política y social, RIBLA 53 (2006), 45.

[19] Míguez deja por fuera el aspecto ideológico-cultural por considerar que requiere unas “herramientas analíticas distintas”. Míguez, Lucas, 44.

[20] Míguez, Lucas, 45.

[21] José S. Croatto, Liberación y Libertad. (Buenos Aires: Mundo Nuevo, 1973), 53.

[22] Croatto, “Las nuevas”, 17.

[23] María C. Ventura, Un método que se descubre en la inversión y el re-aprendizaje. Una aproximación intercultural a Lucas 1-2, RIBLA 53 (2006): 52-60.

[24] Silvia R. de Lima, Colonialidad, descolonización y Lectura Popular de la Biblia, PASOS 151 (2011): 22-30.

[25] Clodovis Boff, Teoría del Método Teológico (México: Dabar, 2001).

[26] Clodovis Boff, Epistemología y método de la Teología de la Liberación”, en Mysterium Liberationis. Tomo I. ed. por Ignacio Ellacuría (San Salvador: UCA, 1992): 108-109.