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Vida y Pensamiento Revista Teológica de la
Universidad Bíblica Latinoamericana Volumen 39 Número 1 - Enero/Junio
2019 -
San José, Costa Rica - ISSN 1019-6366 Descolonizar el
futuro: ¿Cómo vivir en
tiempos de cambio climático? |
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Pastoral
de Promoción del Cuidado de la Creación de la Iglesia Evangélica del Río de
la Plata Orígenes, concepto, desarrollo,
proyección pp. 107-134 Daniel Beros |
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Resumen: Se hace una descripción sucinta de
la "Pastoral de Promoción del Cuidado de la Creación" (IERP),
programa que concientiza: (1) sobre las consecuencias nocivas para la salud
humana y el medio ambiente del modelo de "agronegocios" imperante
en el cono sur americano y (2) sobre la responsabilidad cristiana en el
cuidado de la creación, buscando formas de producción y consumo sostenibles
con la naturaleza en su conjunto. Se desarrollan los antecedentes históricos
del proyecto y se analiza el modo de producción agrícola de la región, basado
en monocultivos y la utilización masiva de agrotóxicos. Finalmente se señala
los fundamentos teológicos y pastorales del programa, se realiza un balance
de sus resultados preliminares y de la posible proyección futura del programa
de acción pastoral. Abstract: A succinct description is made of
the "Pastoral Care for the Promotion of Creation" (IERP), a program
that raises awareness: (1) about the harmful consequences for human health
and the environment of the model of "agribusiness" prevailing in
the cone South American and (2) on Christian responsibility in the care of
creation, seeking ways of sustainable production and consumption with nature
as a whole. The historical background of the project is developed and the way
of agricultural production in the region is analyzed, based on monocultures
and the massive use of agro-toxins. Finally, the
theological and pastoral foundations of the program are indicated, a balance
is made of its preliminary results and of the possible future projection of
the pastoral action program. Palabras claves: Extractivismo; Agronegocios; Pastoral;
Teología; Agroecología. Key
words: Extractivism; Agricultural Business; Pastoral; Theology; Agroecology. |
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Pastoral de Promoción del Cuidado de la Creación de la Iglesia
Evangélica del Río de la Plata
Orígenes,
concepto, desarrollo, proyección
IntroducciónLa “Pastoral de
Promoción del Cuidado de la Creación” (PPCC) es una iniciativa de la Iglesia
Evangélica del Río de la Plata (IERP), que esta lleva a cabo a través de su
brazo diacónico, la Fundación Protestante para la Diaconía Hora de Obrar
(FPDHO).[1]
La PPCC se propone promover una toma de consciencia activa en y desde las
comunidades fe sobre la responsabilidad cristiana en el cuidado de la
creación, con particular énfasis en las problemáticas económicas, ambientales
y sanitarias que derivan del modelo extractivista de “agronegocios” imperante
en toda la región del cono sur americano. La IERP y su PPCC no
constituyen una iniciativa aislada, sino que se ubican como parte de un
proceso que en las últimas décadas ha tenido lugar en el movimiento ecuménico
global. En ese marco las iglesias han venido reconociendo con claridad
creciente la necesidad de abordar el desafío que representan para su
testimonio y misión problemáticas como la pobreza estructural, la violación
sistemática de los DDHH, la violencia de género y la crisis medioambiental.[2]
Desde esa perspectiva
más amplia, el cumplimiento reciente del primer trienio de implementación de
la PPCC (2016-2018), ofrece una valiosa oportunidad de poner en foco una
experiencia particular, que busca articular bajo las condiciones que impone
su propio contexto, el lema programático que adoptara décadas atrás el CMI,
llamando a las iglesias a tomar parte del proceso conciliar buscando promover
activamente “la justicia, la paz y la integridad de la creación”.[3] En adelante
desarrollaremos nuestra exposición, que intentará ofrecer un panorama
sintético de la PPCC, abordando los siguientes aspectos: primeramente haremos
memoria sobre los antecedentes y orígenes del proyecto (1); luego ensayaremos
una descripción sintética de su ubicación contextual, su concepto y
metodología (2); seguidamente realizaremos un repaso de sus principales
instancias de articulación y acción (3); y finalmente efectuaremos un balance
preliminar de sus resultados y proyección (4). 1. Orígenes1.1 Asamblea Sinodal de la IERP de 1977La IERP es una iglesia
protestante rioplatense de tradición unida (luterana y reformada)[4].
En el curso de su joven historia como iglesia autónoma, la IERP ha ido
desarrollando progresivamente un acentuado perfil ecuménico y diacónico. Ello
se concretó de diversas maneras, entre las cuales cabe destacar su
participación activa en las luchas que se dieron en las sociedades de los
tres países en los que está presente, en torno a la defensa de los derechos
humanos, el acompañamiento y promoción de los y las más pobres, y la
protección del medioambiente. Con respecto a este
último asunto, un antecedente histórico muy significativo para la IERP tuvo
lugar en el marco de su Asamblea Sinodal del año 1977, que tuvo lugar en
General Ramírez (Entre Ríos, Argentina). En esa instancia máxima de la vida
de la iglesia, los y las delegadas de sus congregaciones y comunidades
profundizaron la temática de la responsabilidad cristiana ante la
“explotación” injusta e “irresponsable” de la naturaleza en aras del
progreso. En el marco de la declaración final de la Asamblea, luego de
describir las características principales de la ya por entonces preocupante
situación, y de reconocer al mismo tiempo la propia implicación culpable en
la problemática, las y los sinodales llamaban a toda la iglesia a “buscar
una obediencia correcta en lo que se refiere a la voluntad de Dios con
respecto a la naturaleza. ¿Cómo actuar en el nombre de Jesucristo?”.[5] A lo largo de los
años, ese impulso sinodal estimuló y enmarcó la realización de múltiples
iniciativas diacónicas y de testimonio público, centradas en los aspectos
sociales, sanitarios y ecológicos ligados al cuidado del medioambiente. La PPCC reconoce en esa caminada histórica
el humus germinal en que hunde sus raíces como iniciativa eclesial actual. 1.2 Encuentros de docentes de teología y líderes eclesiales1.2.1 San Leopoldo 2013Los antecedentes
inmediatos del programa resultan de la participación de docentes de la IERP,
que se desempeñaban como profesores en el I.U.ISEDET, en el “Encuentro de
docentes de teología” convocado por el “Programa de Incidencia sobre Deuda
Ilegítima y Justicia Ecológica” de la Federación Luterana Mundial (FLM). El
encuentro, que tuvo por objeto “reflexionar sobre las bases
bíblico-teológicas y éticas sobre las cuales la Iglesia sustenta su tarea de
incidencia (pública)”, se realizó los días 17 y 18 de noviembre de 2013, en
instalaciones de las Facultades EST, en San Leopoldo/Brasil.[6] Durante la evaluación
final del encuentro las y los teólogos participantes intercambiaron opiniones
sobre los resultados de las ponencias y debates desarrollados a lo largo de
sus dos jornadas de trabajo. Allí se hizo hincapié en la necesidad
prioritaria de vincular las reflexiones ético-teológicas relativas al campo
de la economía y las finanzas realizadas en el encuentro con el testimonio
público concreto de las iglesias. Teniendo en cuenta una serie de
observaciones relevantes[7],
los profesores reunidos en el encuentro destacaron la especial prioridad que
debería tener para dichas iglesias articular una auténtico plan de acción
pastoral enfocado en las problemáticas económico-sociales, sanitarias y
ecológicas a que da lugar el esquema de “agronegocios” que domina la
producción agraria en sus países. El encuentro de Brasil
permitió así agudizar la conciencia de los participantes sobre la relevancia
y la pertinencia de un abordaje pastoral y de incidencia pública respecto esa
problemática específica, por parte de las iglesias. Esa evaluación se basó
tanto en la atribución de un carácter verdaderamente estructural a la misma,
así como en la apreciación de la gravedad de sus consecuencias, altamente
nocivas para el conjunto de la sociedad, por un lado; y en el desafío
ineludible que ella representa para el mensaje y testimonio público de las
iglesias, para su propia vida eclesial y su responsabilidad pastoral, por
otro. De allí que los docentes decidieran planificar un nuevo encuentro,
centrado ahora en la cuestión específica del modelo dominante de
“agronegocios” basado en los monocultivos transgénicos. 1.2.2 Buenos Aires 2014La
decisión darle continuidad a la reflexión iniciada en San Leopoldo se plasmó, nuevamente
con el auspicio y apoyo de la coordinación del mencionado Programa de
Incidencia de FLM -aunque ahora sumando el apoyo de CLAI y de las propias
iglesias (IECLB, IERP y IELU)-, en un “Encuentro de teólogos/as y liderazgo”
que tuvo lugar los días 1 y 2 de noviembre de 2014 en la Ciudad de Buenos
Aires, en instalaciones del I.U.ISEDET. Al espacio de reflexión y diálogo,
además de docentes y estudiantes de teología, fueron convocados líderes
eclesiales y ecuménicos, especialistas en diversos aspectos de la
problemática del modelo de “agronegocios”, tanto de la academia como de los
ámbitos de militancia social y la incidencia pública, y personas interesadas
en general. La organización del
encuentro se planteó como objetivo definido promover la articulación
institucional de una “pastoral ecuménica respecto de los monocultivos”, así
como la inclusión progresiva de un abordaje interdisciplinario de la
problemática en la currícula y los programas de las facultades de teología
involucradas en el proceso. En virtud de ello, se propuso un desarrollo del
mismo contemplando tres instancias: un momento de “ver” desde el aspecto
estructural, dado por el lugar del modelo extractivo de agronegocios en la
globalización regida por la lógica del capitalismo financiero, y el
testimonio socio-político de la militancia, particularmente en el campo de la
salud y la ecología; de “juzgar” desde la reflexión bíblico-teológica,
identificando desde allí las opciones éticas y políticas; y de “actuar”,
considerando mancomunadamente las posibilidades de una praxis alternativa
relativa a la problemática desde las iglesias, las casas de estudio y el
movimiento social. Como resultado del
“Encuentro…” los participantes pudieron profundizar su sensibilización y
comprensión crítica de la problemática, dimensionando concretamente su
alcance y urgencia. Las perspectivas allí elaboradas – que fueron reflejadas
en un comunicado final, dirigido a las iglesias y a la ecúmene regional –
fortalecieron la convicción de concretar los objetivos que se habían
planteado los organizadores con relación a las iglesias y a sus casas de
estudio, contribuyendo a precisar un primer concepto teológico-pastoral y una
línea tentativa de acción institucional adecuada a tal fin. 1.3 Ronda de diálogos en 2015 – Nacimiento de la PPCCLos primeros
borradores del proyecto de un “Plan Ecuménico de Acción Pastoral en
relación a la problemática de los monocultivos en el Cono Sur y Brasil”,
fueron elaborados primeramente por los docentes y la coordinación del
Programa de Incidencia de la FLM, poco después del encuentro de San Leopoldo,
a inicios de 2014. Sin embargo, recién a fines de ese año, tras el encuentro
de Buenos Aires, tuvieron lugar conversaciones y diálogos formales con el
liderazgo de las iglesias, que fueron clarificando progresivamente tanto el
concepto como la forma concreta en que cada institución respondió finalmente
al desafío planteado. En el caso de las
iglesias rioplatenses, fue la Presidencia de la IERP y su Junta Directiva, la
que – luego de compartir la pertinencia del planteo en general – decidió
evaluar concretamente, ante todo, su viabilidad institucional.[8]
Dicha evaluación no solo se refería a los recursos necesarios para su
implementación, tanto humanos como financieros, sino principalmente al alto
grado de conflictividad potencial que se consideraba capaz de suscitar la
temática en las comunidades y en la iglesia toda. Ello estaba relacionado con
que, en las propias filas, no pocos de sus miembros – pequeños y medianos
productores agropecuarios –, o bien se manifestaban abiertamente como
defensores o bien como tácitos adherentes al “modelo”. Dicha evaluación en el
seno de la IERP arrojó finalmente un resultado positivo[9],
que condujo a la elaboración del concepto definitivo para el proyecto, tarea
que estuvo a cargo de los ministros designados como sus coordinadores. Luego
de que la IERP, a través de la gestión de su Fundación de Diaconía (FPDHO),
obtuviera del Programa “Iglesias Ayudan Iglesias” (Kirchen Helfen Kirchen)
de la organización protestante para el desarrollo “Pan para el Mundo” (Brot
für die Welt), el apoyo financiero necesario para dar inicio al proyecto,
éste pudo ser presentado oficialmente ante las autoridades sinodales y
distritales de toda la iglesia, en diciembre de 2015. De ahí en adelante pasó
a llamarse “Pastoral de Promoción del Cuidado de la Creación” y fue enmarcado
funcionalmente para su implementación durante el trienio 2016-2018 como
programa la FPDHO de la IERP. 2. Concepto2.1 Ubicación contextual2.1.1 El régimen de explotación dominanteEl encuadre
fundamental de PPCC tiene como premisa que la presente etapa del sistema
hegemónico a nivel mundial, regida por las fuerzas dominantes del capitalismo
financiero transnacional, sigue determinando, para las regiones y países
subalternos, una inserción profunda y crecientemente asimétrica en las
relaciones de producción e intercambio.[10] Como es sabido, el rol
asignado en ese marco a nuestras sociedades es esencialmente el de producción
de materias primas (como el poroto de soja) o de bienes de escasa elaboración
industrial propia (como por ej. el aceite de soja). Las condiciones de este
intercambio han sido y siguen siendo impuestas por los actores que controlan
el (mal) llamado “libre mercado”. Las mismas benefician fundamentalmente a
unos pocos círculos del capital concentrado internacional. Y en cambio, a los
pueblos de la periferia del sur global, no solo les reportan grandes
perjuicios humanos y medioambientales, sino también un magro y mal
distribuido rédito, que adopta en concreto la forma de la explotación y
enajenación masiva permanente de sus recursos a favor de los países centrales
y de las élites locales asociadas a ellos. Se trata, por tanto,
de un régimen profundamente injusto, sostenido en diversas formas de despojo
y violencia. 2.1.2 El rol de los monocultivos y de la soja transgénicaPara nuestra región,
lo característico del esquema de intercambio asimétrico mundial, ha sido y
sigue siendo la imposición de un modelo (neo) colonial de explotación
extractivista de los recursos naturales, en cuyo marco han venido jugando un
rol destacado algunos monocultivos, como el de la soja, el tabaco, el eucaliptus
o el pino, entre otros. Estos cultivos en las condiciones de racionalidad
político-económica imperante se realizan frecuentemente sobre la base de
“paquetes tecnológicos” que incluyen entre otros factores el uso de semillas
genéticamente modificadas y la aplicación intensiva de agrotóxicos.[11]
En el caso particular
de la soja transgénica, su cultivo fue introducido desde Argentina, a partir
de mediados de la década de los ’90. Desde entonces, la soja “RR” (Roundup
Ready) inició su marcha triunfal incorporando año a año millones de
hectáreas a su cultivo, no solo en Argentina, sino –cruzando su frontera,
primero ilegalmente– en todos los países vecinos de la región. Las
exportaciones de soja y algunos de sus derivados, en pocos años desplazaron
del podio a otros cultivos tradicionales (como el trigo o el maíz), llegando
a constituirse en la fuente principal de ingreso de divisas del país.[12]
A
lo largo de los últimos años, la opinión pública ha venido tomando paulatina conciencia
de las graves consecuencias que acarrean las prácticas que sustentan ese
modelo de producción para las condiciones de vida y de salud de la población
y para el medio ambiente. Ello se ha debido mayormente a las manifestaciones
públicas de protesta y resistencia por parte de la población directamente
afectada (campesinos, pueblos originarios, vecinos, etc.), así como de
personas y organizaciones que se han solidarizado con sus luchas
(ecologistas, sindicales, académicas, etc.). Estos actores han
venido denunciando, por un lado, la relación causal dada entre la aplicación
masiva de agrotóxicos, que demandan tales cultivos, y el incremento
exponencial del padecimiento de enfermedades como el cáncer, malformaciones
anatómicas en recién nacidos/as o pérdidas de embarazos por parte de mujeres
encinta; han denunciado fumigaciones reiteradas sobre poblaciones o
establecimientos escolares rurales y el envenenamiento de napas u otros
cursos de agua con diversos agrotóxicos.[13] A su vez, el
movimiento de resistencia social ha puesto sobre el tapete la relación causal
dada entre la destrucción de ecosistemas enteros en el altar de la soja,
producto de las masivas deforestaciones que demanda el avance irrefrenado de
la frontera agrícola, con diversas y dramáticas manifestaciones de cambio
climático, que amenazan con profundizar aún más el deterioro de las
condiciones de vida: inundaciones devastadoras y tormentas diluviales
alternadas con períodos de pronunciada sequía en zonas que tradicionalmente
no conocían este tipo de eventos extremos. 2.1.3 El lugar de la iglesia y su membresíaCondiciones como las
descriptas, naturalmente no escapan a la realidad que experimentan de un modo
u otro las personas y grupos que integran las iglesias de la región en
general y las comunidades eclesiales de la IERP en particular. En el caso de esta
iglesia, esa vinculación probablemente se ve acrecentada si se tiene en
cuenta que una parte importante de sus congregaciones y comunidades se
encuentran establecidas en regiones que componen, en los tres países de la
región, parte esencial de las zonas núcleo dedicadas a los monocultivos
transgénicos. Así mismo, que un sector significativo de sus miembros, siendo
pequeños y medianos productores rurales o dedicándose a profesiones y oficios
conexos, participa de manera más o menos inmediata de las condiciones
económicas, sociales, sanitarias y ambientales que conlleva el mencionado
régimen productivo. En su existencia
cotidiana, las personas que integran las comunidades de la IERP comparten las
encrucijadas y dilemas de los sectores sociales de los que son parte,
debatiéndose muchas veces entre la fascinación, la culpa, los miedos, la
rabia contenida y la resignación. Si además se tiene en cuenta la propia
imbricación de la iglesia y sus ministros en relaciones de dependencia
económica y laboral, que en última instancia remiten al régimen de producción
imperante como base de sustentación, se ponen de manifiesto la enorme
complejidad y tensión que califican el lugar de la iglesia y su membresía en
esa situación.[14] 2.2 Enfoque teológicoCon relación al
mencionado panorama, desde el punto de vista de la misión de la iglesia y su
testimonio, se plantea ineludiblemente la pregunta por el modo en que ella
escucha la Palabra de Dios: si obedece su llamado, asumiendo la responsabilidad
que le cabe en el cuidado de la creación, o si lo desoye de forma
irresponsable, reproduciendo ella misma la lógica que consagra la injusticia
y el (des) orden reinante.[15] El enfoque teológico
que anima la PPCC asume conscientemente esa alternativa de fondo. Y lo hace a
partir de una percepción fundamental de la tradición bíblica y reformadora
que descubre la raíz más honda de la codicia ilimitada que anima al modelo
extractivista de “agronegocios” reconociendo su inscripción en el campo de lo
religioso como sacralización idolátrica, que propicia el sacrificio de
cuantiosas vidas humanas y ecosistemas enteros en el altar donde se rinde
culto al “oro verde”. Desde esa perspectiva
– que remite centralmente a la torá y a los profetas, tanto como al
testimonio paulino y reformador de la palabra / teología de la cruz – es
posible comprender la fuerza abismal con que el fenómeno descripto capta
subjetividades, coopta consciencias y somete voluntades. Pues en definitiva
se trata de un poder cautivante, tanto por la fascinación que ejerce
exacerbando el deseo por el “cielo de bendiciones” que promete a
quienes se entregan a él, como por el aterramiento que induce amenazando con
el “infierno de maldiciones” que sobrevendría sobre quienes se atrevan renegar
de él. Ante esa realidad de
sometimiento y muerte, dicho enfoque asume que la fe bíblica da testimonio de
la irrupción del reinar de Dios y su justicia en la historia de su
pueblo y creación como poder liberador y vivificante. Y que su manifestación
más radical ha acontecido, con carácter paradigmático, en la resurrección de
Jesucristo, el mesías crucificado, como expresión de la solidaridad
incondicional de Dios con las víctimas de la sacralización de la codicia; y a
la vez, como anuncio de su condena irrestricta a los poderes idolátricos y
sacrificiales que pretenden reinar en el mundo. Así mismo, sostiene
que a la comunidad cristiana le ha sido encomendada una proclamación
auténtica del evangelio como palabra de juicio y de gracia, como el “límite
liberador” dado por Dios en Jesucristo frente a la infinitud vana, inasible y
violenta de la voluntad de poder que se expresa en la sacralización de la
codicia. Y que por medio del testimonio mutuo de esa Palabra, la iglesia de
Jesucristo aguarda su renovado adviento como “poder de vida”, que la llama a
la conversión permanente y a la obediencia de la fe en solidaridad amplia y
ecuménica, encontrando su lugar de servicio junto a quienes padecen diversas
formas de cautiverio y violencia. Finalmente, el enfoque
descripto pone de manifiesto que, a partir de esa fuente y criterio de la
espiritualidad y la misión de la iglesia, ella recibe su vocación específica
en el mundo como comunidad de seguimiento: proclamar el evangelio poniendo
todos sus dones y talentos al servicio de la búsqueda de un orden social que
afirme “el derecho de la viuda, del huérfano y el extranjero”. Pues solo así
podrá asumir en toda su plenitud su responsabilidad por el cuidado de toda la
creación. En todo ello, la comunidad de fe, se sabrá sostenida y animada por
la fuerza del testimonio pascual – anticipo y promesa de “nuevos cielos y una
nueva tierra” (Ap. 21, 1ss), producto del reinado duradero de Su justicia y
paz. 2.3 Abordaje pastoralUn planteo teológico
como el señalado conduce, en primera instancia, a mantener una saludable
reserva crítica con respecto a aquellas valoraciones que tienden a evaluar la
problemática planteada focalizando prevalentemente sus aspectos ideológicos y
morales. Pues sabe que ese tipo de aproximaciones dan lugar a intervenciones
discursivas y prácticas que –a raíz del imperio de la lógica especular de la
autojustificación– con demasiada frecuencia promueven la cimentación agresiva
de cerrazones y descalificaciones mutuas. Así no hacen otra cosa que contribuir
a ahondar la “grieta” entre un “ellos” y un “nosotros”, entre “progres” y
“conservadores”, entre “buenos” y “malos”, entre “salvos” y “condenados”. La PPCC ha
desarrollado su propio enfoque a partir de textos como Lucas 24, 13-35 (“Los
discípulos de Emaús”), donde se describe un proceso de transformación que
nace a partir de la habilitación de la palabra, pasa por una relectura
crítica de la Escritura y da lugar a una experiencia renovada de la realidad.
Desde esa perspectiva concibe su aproximación a la problemática como un
abordaje que –suspendiendo los planteos ideológicos generales y morales
abstractos– apunta a promover en y desde el ámbito de la iglesia la
institución de espacios de habilitación de la palabra y de respetuosa
escucha mutua, protagonizados por diversas personas y grupos
involucrados. A través suyo busca impulsar una revisión crítica de la
realidad a la luz de fe, a partir de la cual se asuma un compromiso
transformador en ella. Por lo tanto, desde
PPCC se han buscado sacar las consecuencias metodológicas y prácticas de la
narrativa bíblica. A través de la forma precisa de diálogo y reflexión
crítica que la califica como “pastoral”, busca impulsar un proceso de toma de
consciencia sobre las implicancias concretas de la responsabilidad cristiana
en el cuidado de la creación. Y lo hace dedicándole particular enfoque y
atención a las problemáticas económico-sociales, ecológicas y sanitarias
generadas por el modelo de “agronegocios” que domina la producción agraria en
toda la región, con el fin de promover diversas prácticas alternativas,
superadoras del mismo, como por ej. las que propone el movimiento de
agricultura agroecológica. Este enfoque supone
trabajar desde un ecumenismo amplio, que no tiene en cuenta únicamente el
ámbito eclesial sino que acude, invita, involucra y se involucra con
organizaciones populares, la academia, las fuerzas políticas y sindicales,
etc. 3. Desarrollo3.1 El programa de acciónA partir del concepto
descripto, el equipo de coordinación del proyecto, encabezado por dos
docentes y pastores de la IERP e integrado a su vez por un grupo promotores y
talleristas regionales, ministros y laicas/os, planificó en estrecho diálogo
con autoridades y líderes eclesiales un programa de acción para la PPCC. En
una primera etapa la propuesta planteó el desarrollo de tres clases de
actividades: ·
Una serie de encuentros de evangelización y
sensibilización en torno a la temática, que tendrían lugar en congregaciones
y comunidades locales a ser desarrolladas en los distritos eclesiales de la
IERP a los que PPCC orientó principalmente su acción: Entre Ríos y Oeste
(Santa Fe), por un lado; Misiones y Paraguay, por otro. Dichos encuentros
preveían un espacio de reflexión sobre la temática a la luz de la Palabra, la
preparación de un momento devocional con el grupo de participantes a partir
de lo descubierto en el mismo y finalmente la celebración del mismo con toda
la comunidad. Esta actividad, dirigida a la membrecía de la iglesia y su
entorno social general, se planteaba el objetivo general de profundizar la
vivencia comunitaria y personal de fe en relación a la promoción del cuidado
de la creación en su propio espacio vital. ·
Un taller anual por distrito eclesial, especialmente
dirigido a ministros (pastores/as, diáconos/as), personas laicas con
funciones de responsabilidad (miembros de comisiones direc-tivas,
catequistas, etc.) y demás personas interesadas directa o indirectamente
vinculadas con la problemática (agrónomos, técnicos, cooperativistas,
productores, funcionarios públicos, docentes, etc.). Estos encuentros serían
desarrollados normalmente a partir de la clásica metodología de
“ver-juzgar-actuar” e incluirían el aporte de diversos profesionales del
campo de la economía, de la salud, las ciencias agrarias, la ecología, etc., juntamente
al de teólogos/as y docentes. Y su objetivo principal sería proveer un
espacio de capacitación intensiva sobre aspectos relevantes de la
problemática al liderazgo intermedio de la iglesia y otros actores
relevantes, en el contexto regional. ·
Una Consulta Internacional anual sobre “Riesgos y
desafíos del actual modelo de producción agrícola”, dirigida no solo al
liderazgo de la IERP interesado en la problemática, sino de la ecúmene de
todo el cono sur americano (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y al
público interesado en general. A dicho encuentro serían convocados
académicos, políticos, sindicalistas, militantes y especialistas en diversos
aspectos asociados al modelo de “agronegocios” basado en los monocultivos
transgénicos y el uso masivo de agrotóxicos. En ese marco muchos de ellos
realizarían aportes como expositores/as sobre cuestiones económico-sociales,
políticas, jurídicas, sanitarias, ecológicas, religiosas y ético-teológicas,
habilitando el intercambio, la reflexión y el diálogo entre los
participantes. Con ello se apuntaría a la elaboración colectiva de una mirada
interdisciplinaria e integradora de la problemática. El programa de acción
bosquejado se propuso así mismo la elaboración de ciertos recursos
bibliográficos para la apoyar el proceso de capacitación y concientización,
tanto en la propia iglesia como en la ecúmene. 3.2 Implementación trienal (2016-2018)Esa hoja de ruta
comenzó a ser transitada por el equipo de PPCC progresivamente, en sus tres
niveles y en sus diversos contextos geográficos e institucionales desde
marzo/abril de 2016. Luego de que en una
primera etapa los coordinadores y demás colaboradores centraran sus esfuerzos
en difundir la iniciativa tomando contacto con diversas instancias y gremios
de la iglesia (ministros, comisiones directivas, grupos, etc.), comenzó a
ponerse en marcha el programa de actividades. Este no solo incluyó talleres y
encuentros en diversas comunidades eclesiales, sino también actividades de
sensibilización y capacitación temática en colegios, cooperativas y medios de
comunicación (que en algunos casos incluyó la participación en programas de
radio y televisión local). Dependiendo de las
características prevalentes de las actividades (algunas de carácter más
evangelístico-litúrgico, otras más definidamente orientadas a la formación
temática), su desarrollo fue llevado a cabo exclusivamente por teólogos
(pastores) o por éstos y un grupo de profesionales entendidos en los diversos
aspectos vinculados a la problemática. Como producto de la
profundización temática que tuvo lugar en los espacios mencionados, y
anualmente en las Consultas Internacionales, promediando el segundo año de
acción (2017) se vio la necesidad de dar un paso más en el marco de la
pastoral. Pues la conciencia creciente sobre la necesidad de explorar formas
alternativas de producción, planteó como desafío por parte de los
participantes facilitar el conocimiento de experiencias productivas
alternativas concretas, “en terreno”. Así fue como desde la
PPCC se organizaron visitas a empren-dimientos agroecológicos con la
finalidad de posibilitar una toma de contacto directo y vivencial con las
mismas. En ellas, el diálogo con las personas que las llevan adelante
posibilitó un intenso intercambio de experiencias y saberes, que la gran
mayoría de los participantes evaluó como altamente positivo – a punto tal de
que varios de ellos no solo comenzaron a considerar la posibilidad de
realizar una modificación progresiva de su forma de producción agropecuaria,
sino que en algunos casos, comenzaron a hacerla efectiva, adoptando prácticas
alternativas, de tipo agroecológico. Paralelamente, a lo
largo de casi dos años, la coordinación trabajó con un grupo de catequistas
comprometidos e interesados en la problemática con el fin de producir un
material catequético que facilite el tratamiento de la temática del cuidado
de la creación con diversos grupos de las comunidades de fe, niñas/os,
jóvenes, mujeres y adultos en general. Los diversos talleres organizados por
la pastoral dieron como fruto la edición de un libro pensado para desarrollar
temas como la tierra, el agua y la alimentación desde una perspectiva bíblica
y catequética.[16]
Por otra parte, en la
tercera Consulta Internacional, que tuvo lugar en noviembre de 2018 en la
Ciudad de Buenos Aires, la coordinación presentó un libro de texto que
recoge y sistematiza el contenido de los aportes y debates producidos en el
marco de primeras dos consultas (2016 y 2017). Su finalidad es la divulgación
de contribuciones teórico-prácticas sobre la problemática desarrolladas por
referentes de primer orden del mundo académico, del movimiento agroecológico
y de resistencia social, así como del ámbito eclesial y teológico. Al mismo
tiempo la publicación fue pensada como auxilio para la formulación de un
posicionamiento institucional fundado con relación a la temática, por parte
de la IERP[17].
4. Balance preliminar y proyecciónAl momento de elaborar
el presente artículo, el equipo que lleva adelante la PPCC se encuentra
realizando, con la colaboración de una asesoría técnica externa, una
evaluación del programa, luego de concluido su primer trienio. Si bien aún no
se cuenta con resultados definitivos y concluyentes de la misma, que pudiesen
proveer con mayor grado de rigor elementos de juicio sobre sus alcances y
limitaciones, sus logros y falencias, etc., es posible señalar algunos
aspectos que permiten esbozar un balance preliminar, a la vez que una
proyección tentativa. 4.1 BalanceCon respecto al
balance, los diversos indicadores que han venido recogiendo el equipo y los
evaluadores (a partir de encuestas, entrevistas, etc., que están siendo
evaluadas), subrayan la importancia y significación atribuida al hecho de que
la iglesia haya asumido el desafío de llevar adelante un plan de acción
pastoral con el fin de promover una toma de conciencia transformadora en
relación a las problemáticas derivadas del modelo extractivista de
agronegocios basado en monocultivos transgénicos y el uso masivo de
agrotóxicos. Para la amplia mayoría de voces que se han expresado al
respecto, tanto de la membrecía de la IERP, como de personas de otros
espacios institucionales y sociales, se trata de una iniciativa relevante y
pertinente, que debería ser continuada, ampliada y profundizada. Otro aspecto
destacable es que, en términos generales, la PPCC ha contribuido a afianzar y
concretizar, tanto en la agenda institucional como en la conciencia de una
parte del liderazgo y de la membrecía de la iglesia, un lugar destacado a la
cuestión del “cuidado de la creación” y a la búsqueda activa de alternativas
transformadoras en diversos órdenes (productivo, legislativo, educativo,
etc.). Al respecto cabe subrayar la significación del enfoque teológico
desarrollado desde PPCC, que promovió el reconocimiento del nexo esencial que
tiene la cuestión del cuidado de la creación con relación a la fe que profesa
y a la espiritualidad que mueve a la iglesia y a cada uno/a de sus miembros. Así mismo, la
experiencia realizada ha mostrado como un acierto importante del proyecto a
la metodología de habilitación respetuosa de la palabra y escucha mutua, que
evita conscientemente la emisión de juicios morales genéricos de antemano con
el fin de favorecer un proceso de expresión, intercambio y revisión crítica
de la realidad entre los participantes, sea cual fuere su postura previa con
relación a la problemática. Si bien la experiencia concreta en los espacios
de diálogo y reflexión en modo alguno fue lineal, ni estuvo libre de ciertas
tensiones, un balance general de la misma permite destacar como muy positivo
ese modo de aproximación, que asociado a su enfoque teológico de fondo, la
caracterizan esencialmente como “pastoral”. También han sido
evaluados como altamente significativos los espacios de formación (como los
talleres y consultas) y – sobre todo – las experiencias más directas y
vivenciales, sea en el aspecto celebrativo y litúrgico (en devocionales y
cultos) o en el aspecto de la actividad productiva (especialmente a través de
las visitas a establecimientos agroecológicos alternativos). En tales
instancias los participantes han podido jugar un rol activo y protagónico,
que facilitó que muchos de ellos pudieran experimentar una serie de
vivencias, realizar percepciones y adquirir saberes que fueron evaluados como
muy relevantes, y se alinearon en gran medida con las metas que se propuso la
PPCC. Finalmente cabe
destacar el proceso de articulación que llevó adelante la PPCC con diversas
instancias institucionales y personales del campo de la ciencia, de la
academia, de la militancia social, política y sindical, etc., que el proyecto
cuenta como un haber muy importante a la hora de pensar su proyección. Dicho
proceso permitió tomar conciencia del verdadero carisma que puede llegar a
tener una iniciativa eclesial como la PPCC al abordar problemáticas complejas
de la sociedad como las que plantea el modelo extractivista de agronegocios.
El mismo consiste precisamente en el rol “conector” que puede desempeñar
acercando y facilitando el diálogo y la cooperación entre instancia que con
frecuencia desarrollan su actividad en forma disociada e inconexa. El ejercicio
activo, generoso y consciente de ese rol – que debería poder extenderse a
otras cuestiones de álgido debate y conflictividad, como las que plantean por
ej. las problemáticas de género – debería ser una valiosa contribución de las
iglesias a la sociedad en su conjunto. Claro que, más allá de
los aspectos positivos señalados, hay una serie de cuestiones que ponen de
manifiesto falencias y limitaciones en el desarrollo del programa. Un rápido
repaso de sus resultados permite verificar que un proyecto de las
características de PPCC encuentra claras limitaciones en términos de su
capacidad de incidencia real, no solo en ciertos espacios y sectores de la
iglesia, sino ante todo en su entorno social más amplio. Ello se ha debido en
parte a las serias dificultades que ha tenido por momentos el equipo de la
pastoral para desarrollar una adecuada interacción en ciertos ámbitos y milieux,
dentro y fuera de la iglesia, caracterizados por relaciones sociales y
mentalidades muy particulares, altamente impermeables al tipo de acción que
se propuso sostener desde el programa en ellos. 4.2 ProyecciónLa experiencia
recogida a lo largo de los tres años en que se ha venido desarrollando la
pastoral, permite señalar una serie de aspectos que a sus responsables los
invitan a soñar con el desarrollo de una nueva etapa, que permita afianzar
los saberes adquiridos, trabajar sobre las falencias y profundizar los
aciertos, extendiendo el alcance del proyecto hacia horizontes de mayor
riqueza y amplitud. A la hora de precisar
tentativamente su descripción, cabe mencionar en primer lugar lo que parece
una obviedad, pero analizado detenidamente no lo es tanto: haber puesto en
foco primeramente las problemáticas asociadas al modelo de producción han
llevado a reconocer la importancia de abordar así mismo las problemáticas
ligadas con las cadenas de comercialización y con el consumo – como “caras”
de lo que constituye una misma “moneda-modelo”. Por esa razón, una nueva
etapa de PPCC debería plantearse ampliar sus objetivos y estrategias de
intervención a fin de incluir tales aspectos. Aquí podría jugar un rol
significativo la promoción y facilitación del establecimiento de relaciones
de intercambio directo entre productores y consumidores de alimentos
agroecológicos, tanto en el ámbito de la propia iglesia, como en el de la
sociedad civil y el Estado. Otro desafío
fundamental para una nueva etapa debería ser intensificar la articulación con
otros actores aliados de la sociedad civil con el fin de promover y potenciar
el cambio, desde formas de producción extractivista, a formas de producción
agroecológica. Aquí se debería buscar formas de asociación que posibilite la
constitución de relaciones de acompañamiento y asesoramiento técnico en
agroecología y producción alternativa. Si bien la pastoral ya ha hecho
contactos significativos y algunas experiencias puntuales al respecto,
importa ampliarlas, a fin de facilitar los procesos de toma de decisiones de
parte de aquellos productores que deseen apostar a una reconversión
progresiva de un modelo al otro. A su vez, PPCC debería
intensificar la acción catequética ligada a la cuestión del cuidado de la
creación en general y a la problemática de la producción, comercialización y
consumo de alimentos en particular. Ello tendría que dar lugar a una acción
de acompañamiento de las y los catequistas y líderes y lideresas juveniles,
de grupos de mujeres y varones, etc., a fin de facilitar una articulación
pertinente de los diversos aspectos relevantes de la problemática a la luz de
la fe. En esa misma línea, el planteo debería incluir, además de la
continuación de espacios como talleres y consultas, la realización de
campamentos y experiencias prácticas en establecimientos agroecológicos,
acciones de intervención en el espacio público, etc. Finalmente, un aspecto
destacado de la proyección de retomar decididamente la cuestión de cómo una
experiencia como la de PPCC puede aportar a repensar la currícula en el
ámbito de la formación teológica y pastoral. En ese sentido, la reciente
creación de la Red Ecuménica de Educación Teológica (REET),
patrocinada por la IERP junto a otras cuatro iglesias del protestantismo
ecuménico rioplatense, ofrece una buena oportunidad para plantear de forma
muy concreta el mencionado desafío.[18] ConcluyendoLa Iglesia Evangélica
del Río de la Plata tiene, como dijimos, una larga y rica experiencia de
compromiso en la defensa de los derechos humanos y del medioambiente, que
excede en mucho la iniciativa que hemos intentando describir – la Pastoral de
Promoción del Cuidado de la Creación. A su vez, dicha experiencia “ierpina”,
se inscribe en una amplísima caminada ecuménica, de la que es parte y de la
que la IERP se sabe deudora. En ese marco, la PPCC
se entiende como un esfuerzo particular y contextual de encarnar la búsqueda
de “justicia, paz e integridad de la creación” iniciada por el proceso
conciliar impulsado hace varios lustros por el Consejo Mundial de Iglesias.
Inspirada en esa peregrinación mayor, seguirá buscando encarnar frente a las
problemáticas derivadas del modelo extractivista de “agronegocios”, una
respuesta comprometida y transformadora en la región del Plata, como parte
del testimonio público a que es llamada la Iglesia-Una de Jesucristo. • • • Daniel Beros, pastor de la Iglesia
Evangélica del Río de la Plata. Fue profesor titular y coordinador del
Departamento de Teología Sistemática de ISEDET. Actualmente es Profesor y
Coordinador con funciones rectorales de la Red Ecuménica de Educación
Teológica (REET). Correo electrónico: danielberos@gmail.com Recibido: 9 de
marzo de 2019 Aprobado: 2 de
mayo de 2019 |
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[1] Información elemental
sobre ambas instituciones en: www.ierp.org.ar y www.horadeobrar.org.ar
[2] Apenas dos ejemplos del
modo en que las iglesias se han ido posicionando frente a este tipo de
problemáticas en nuestro contexto más próximo, a lo largo de las dos últimas
décadas: Ángel Furlan y René Krüger (Eds), Para que puedan resistir… Las
iglesias luteranas latinoamericanas frente a la globalización neoliberal y la
deuda externa, Buenos Aires, el autor, 2004; Germán Zijlstra et. als., Vida
plena para toda la creación. Iglesia, globalización neoliberal y justicia
económica (AIPRAL – ISEDET), Buenos Aires, el autor, 2006.
[3] Cf. http://www.wcc-coe.org/wcc/what/jpc/hist-s.html [Última fecha de
acceso: 15.04.2019]
[4] La IERP remonta sus
orígenes al Sínodo Evangélico Alemán del Río de la Plata, que fue
conformado en 1899 a partir de la decisión de “caminar juntas” de una serie de
congregaciones y comunidades protestantes conformadas mayoritariamente por
familias de inmigrantes europeos germano-parlantes y sus descendientes en los
tres países de la cuenca del Plata, Argentina, Paraguay y Uruguay. En 1965 se
constituyó como iglesia autónoma adoptando el nombre que lleva actualmente,
mediante el que expresó su voluntad de ser una iglesia evangélica
latinomericana. Sobre la IERP es posible informarse en: Hans J. Prien, Historia
del Cristianismo en América Latina, Salamanca, Sígueme, 1985; Alejandro
Zorzin, Memorias, visiones y testimonio, Buenos Aires, IERP, 2009;
Claudia Häfner, Echando raíces, Buenos Aires, IERP, 2014. Ver allí mismo
abundantes referencias bibliográficas adicionales.
[5] Citado en: Daniel C.
Beros, “Una aproximación teológico-pastoral al actual modelo de producción
agrícola”, en: Daniel C. Beros y Pedro Kalmbach (Eds.), Riesgos y desafíos
del actual modelo de producción agrícola. Un abordaje interdisciplinario,
Buenos Aires, el autor, 2018, p. 80.
[6] Cf. René Krüger y Ángel
Furlan (Comp.), Un sistema ilegítimo. La ideología neoliberal y sus
estructuras económicas en perspectiva ético-teológica, Buenos Aires, el
autor, 2014. El texto reúne aportes bíblico- y ético-teológicos de los docentes
de teología de las Facultades EST y del I.U.ISEDET sobre cuestiones relativas a
la problemática del endeudamiento ilegítimo y de la economía bajo régimen
ideológico neoliberal en general. La introducción de Ángel Furlan (p. 5-9)
informa sobre el marco institucional, el sentido del encuentro y de la obra
como producto del mismo.
[7] Entre otros factores de
la realidad empírica observados, se hizo hincapié en: a) que en el modo de
inserción de las economías de los países de la región en el orden económico
global juegan un papel destacado los “agronegocios”, basados en el desarrollo
de monocultivos transgénicos; b) que ese esquema no solamente profundiza la
dependencia e injusticia económica, sino que agrede a la salud de los pueblos y
al medioambiente en forma masiva; c) que una porción significativa de las
membrecías de las propias iglesias de la región vinculadas a la FLM (IECLB,
IERP y IELU) se compone de pequeños y medianos productores que desarrollan su
actividad en base a los cánones que impone ese modelo.
[8] Cabe destacar aquí el
rol del fallecido Pastor Presidente Carlos Duarte como impulsor de la
iniciativa en lERP. Duarte venía prestando especial atención pastoral a la
problemática y a sus afectadas/os, llegando a plasmar sus observaciones,
reflexiones y recomendaciones en un cuadernillo dedicado a la temática. Ver:
Carlos Duarte, Soja y monocultivos. Una mirada pastoral, Buenos Aires,
IERP, 2013.
[9] Una instancia de
diálogo especialmente significativa para el avance del proyecto de acción
pastoral tuvo lugar en la sede sinodal de la IERP en Buenos Aires, promediando
el año 2015, en la que estuvieron presentes representantes docentes y de las
instituciones diacónicas de la IECLB/Facultades EST y de la IERP/I.U.ISEDET –
instituciones cuyos liderazgos, de un modo u otro ya habían dado claras señales
de su interés en tomar parte en el proceso de articulación concreta de la
propuesta en virtud de la relevancia que le atribuían a la necesidad de poner
en marcha un proceso de reflexión crítica y pastoral en torno a la cuestión.
Pues en ella se arribó al acuerdo básico de que ambas iglesias desarrollarían
el proyecto desde una misma concepción fundamental, un mismo espíritu y marco
general, aunque cada iglesia definiría para el mismo la metodología que mejor
se adaptase a las condiciones de su propio contexto institucional. En el caso particular de
la IELU su Consejo Directivo consideró no tener en agenda abordar un proyecto
sobre la problemática de los monocultivos de las características planteadas.
[10] Cf. la conferencia del
Dr. Julio Gambina, “El modo de inserción de las economías de la región en el
sistema global”, en: Daniel Beros y Pedro Kalmbach (Eds.), Riesgos y
desafíos…, op. cit., pp. 8-15.
[11] Cf. la conferencia de
la Mgr. Bettina Müller, “El modelo extractivista de agronegocios en el marco
político-económico actual”, en: Daniel Beros y Pedro Kalmbach (Eds.), Riesgos
y desafíos…, op. cit., pp. 16-23.
[12] Cf. la conferencia de
la Dra. Tamara Perelmuter, “El agronegocio en la economía regional”, en: Daniel
Beros y Pedro Kalmbach (Eds.), Riesgos y desafíos…, op. cit., pp. 33-45.
[13] Cf. la conferencia del
Dr. Medardo Ávila-Vázquez y la Dra. Flavia Difilippo, “Agricultura tóxica y
salud en pueblos fumigados de Argentina”, en: Daniel Beros y Pedro Kalmbach
(Eds.), Riesgos y desafíos…, op. cit., pp. 46-62.
[14] Cf. el aporte del
Pastor Carlos Duarte “¿Por qué nos involucramos como iglesia en el cuidado de la
creación?”, en: Daniel Beros y Pedro Kalmbach (Eds.), Riesgos y desafíos…,
op. cit., pp. 74-78.
[15] Cf. para lo que sigue
el aporte del Dr. Daniel C. Beros “Una aproximación teológico-pastoral al
actual modelo de producción agrícola”, en: Daniel Beros y Pedro Kalmbach
(Eds.), Riesgos y desafíos…, op. cit., pp. 79-84.
[16] Ruth Schwittay y Pedro
Kalmbach (Comp.), El Cuidado de la Creación. Materiales para el trabajo en
comunidades de fe, Buenos Aires, el autor, 2019.
[17] Daniel Beros y Pedro
Kalmbach (Eds.), Riesgos y desafíos…, op. cit.
[18] Más información sobre
este nuevo espacio ecuménico de educación teológica en el ámbito rioplantense,
que intenta retomar renovadamente la posta dejada a partir del cierre del
I.U.ISEDET, en: www.reet.org.ar y www.facebook.com/RedEcumenicaREET