El Espíritu Santo en América Latina

Resumen

Con el surgimiento explosivo de los pentecostales entre los protestantes, y los carismáticos entre los católicos, el Espíritu Santo se pone en la agenda teológica latinoamericana en lugar central. No es la primera vez. Se recuerda el excelente libro de José Comblin, El Espíritu Santo y la liberación (1987) o el trabajo de Leonardo Boff, La Trinidad, la sociedad y la liberación (1987) que, en el contexto latinoa­ mericano, toman el Espíritu Santo con suma seriedad. Boff es claro: el Espíritu Santo es el "motor para la liberación integral". El libro editado por Eduardo Bonnin, Espiritualidad y liberación en América Latina (1982), recogió distintos trabajos que interpretaban la espiritualidad y, por ende, el Espíritu Santo. En el contexto de la lucha latinoamericana contra la pobreza y la injusticia institucionalizada, ese libro contribuyó mucho hacia una comprensión de la espiritualidad -la vida del Espíritu- muy relevante a la realidad histórica: el encuentro con el empobrecido. En estas obras, es el Espíritu Santo el que guía la praxis de la liberación.